MADRID. El mercenario portugués Rogerio Fernando Carvalho da Silva, condenado en 1992 por el Tribunal Criminal de Lisboa por haber colaborado con los GAL, ha asegurado hoy que no puede hablar de ese tema porque el presidente Aníbal Cavaco Silva se lo ordenó alegando que era "secreto de Estado".
Carvalho ha hecho esta manifestación en su declaración como testigo por videoconferencia desde Portugal, donde sigue cumpliendo condena, en el juicio que se sigue desde ayer contra el exjefe superior de Policía de Bilbao, Miguel Planchuelo, para el que piden 114 años de cárcel por financiar los atentados de los GAL en los bares "Batzoki" y "Consolation" en el sur de Francia en 1986, en los que resultaron heridas seis personas.
El mercenario, que ha testificado en portugués, ha negado conocer a Planchuelo, pero sí ha admitido que conocía al ex Policía José Amedo, condenado a 108 años por estos atentados y que ayer, cuando declaró como testigo en este juicio, sostuvo que Felipe González fue el creador de los GAL.
El portugués ha explicado que recibió las órdenes para atentar bajo la marca de los GAL, aunque "hasta hoy no he recibido nada" por los atentados en los que participó y ha reconocido que el dinero para poder perpetrarlos se lo dio un hombre en Francia llamado "Jean Louis", al que Amedo identificó ayer como un policía francés.
Tras la declaración del mercenario, ha sido llamado a testificar el periodista Melchor Miralles, que ha sido interrogado acerca de sus entrevistas con mercenarios que participaron en acciones de los GAL.