damasco. Al menos veinte personas murieron ayer en una localidad del sur de Siria por disparos de la Policía al dispersar una manifestación, según informó la cadena catarí de televisión Al Jazeera. La cadena, citando varios testigos, dijo que las víctimas se produjeron en la localidad de Sanamein. Al Jazeera también informó de la muerte de otro manifestante en la ciudad sureña de Deraa, cerca de la frontera con Jordania. Al Jazeera, sin embargo, reconoció que no ha podido verificar independientemente este número de víctimas. Un testigo consultado por teléfono por esta televisión en Sanamein señaló que la Policía disparó contra los manifestantes cuando participaban en una marcha pacífica en solidaridad con las víctimas de Deraa, donde en los últimos días han muerto decenas de activistas opositores. Según este testimonio, en el tiroteo perecieron al menos quince personas, pero otro testigo consultado por la misma cadena elevó a veinte los muertos y dijo que los heridos eran cerca de 60. Mientras, la cadena Al Arabiya hablaba de 23 muertos y 140 heridos.
Deraa, a unos 100 kilómetros al sur de Damasco, fue escenario ayer de una manifestación pacífica en la que participaron miles de personas y en la que se rindió homenaje a los activistas de la oposición fallecidos en esa ciudad en los últimos días.
Decenas de personas han muerto en Deraa en los últimos siete días, especialmente el miércoles pasado, por choques entre manifestantes de la oposición y fuerzas policiales.
La protesta de ayer se desarrollaba pacíficamente hasta que a media tarde varias personas destruyeron una estatua del presidente Hafez al Asad, padre del actual gobernante, Bashar al Asad, lo que motivó un enfrentamiento con fuerzas de seguridad.
la matanza de hama El padre del presidente sirio, fue el autor de una masacre de cerca de 20.000 integrantes de los Hermanos Musulmanes en febrero de 1982. La conocida como Matanza de Hama sigue viva en la memoria de los sirios y pesa como una losa sobre el actual mandatario. Ese rencor, unido a la ola de protestas que recorren el mundio árabe ha espoleado a una oposición joven que ni ha conocido la época colonial y, ni siquiera las guerras con Israel. En el caso sirio, la férrea mordaza impuesta por el partido Baaz -que nació como socialista y liberador-, ha creado el necesario caldo de cultivo para que la corriente liberadora árabe no pase de largo por Damasco.
También ha habido protestas en otras ciudades de Siria, incluida la capital, pero no se tienen noticias sobre la posibilidad de que en esas manifestaciones haya víctimas. Una portavoz del Ministerio de Información, Reem Hadad, dijo a la cadena Al Jazeera que la Policía tiene órdenes de no disparar contra manifestantes, siempre y cuando las protestas sean pacíficas. Sin embargo, dijo que en ese tipo de manifestantes puede haber "grupos armados" interesados en desatar un enfrentamiento con fuerzas policiales.
Las protestas continuaron pese a que la portavoz presidencial Buthaina Shaaban anunciara reformas, como la aprobación de una nueva ley de partidos y el levantamiento del estado de excepción, que rige desde 1963. También prometió que cesarán las detenciones arbitraria. No obstante, la oposición reaccionó con escepticismo y dijo que no espera cambios reales. "No es suficiente, queremos dignidad y libertad", dijo un activista ayer en un entierro en Deraa.