SEVILLA. Así lo ha asegurado hoy, en una visita al Polígono Sur de Sevilla -una de las zonas andaluzas más deprimidas social y económicamente y con graves problemas de tráfico y consumo de drogas-, la delegada del Gobierno para este plan, que ha precisado que el informe 2010 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que atestigua lo contrario, recoge datos relativos a 2007 y 2008.
En rueda de prensa, la responsable del Gobierno en esta materia ha respondido así a dicho informe, presentado hoy en Viena y que sitúa a España como el país europeo donde más cocaína se consume por habitante, por delante del Reino Unido e Italia.
Espí ha subrayado que desde 2008 la prevalencia anual del consumo de esa droga entre los españoles de 15 a 64 años ha bajado del 3,1 al 2,6% del pasado año, como ha afirmado que ya reflejó la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) 2009-2010, la de mayor muestra de Europa al incluir a más de 20.000 entrevistados.
Por tanto, ha aseverado que actualmente "no es verdad que España sea el primer país en consumo de cocaína" y sí "sigue siendo uno de los países que realiza un trabajo más importante en el decomiso de droga"", aunque por su condición fronteriza es una zona "de entrada" de estupefacientes y, por ende, de más consumo.
"No estamos contentos con los datos, pero, sin ser para doblar las campanas, sí hay que reconocer que en España ha habido un retroceso en el consumo y un plan de acción contra la cocaína", según la delegada del PNSD, al que sólo este instrumento, impulsado en 1985, ha destinado 17 millones de euros.
Además de requerir al Observatorio Europeo de las Drogas que haya un criterio unánime sobre las fechas de los datos, ha recalcado que el descenso del consumo de cocaína en España no ha supuesto "ningún aumento exagerado en el de otras sustancias", aunque el de marihuana "se mantiene en determinadas franjas de edad".
También ha resaltado que ha bajado "una barbaridad" el consumo de drogas legales como el tabaco, sobre todo a raíz de la primera Ley Antitabaco, y lo que más les preocupa es "la baja percepción de riesgo que hay en España en cuanto al consumo de drogas".