RABAT. Las protestas que sacuden el Magreb y Oriente Medio se han radicalizado hoy en Libia, donde reina la confusión y el caos, mientras la violencia se ha extendido en las últimas horas a Yemen, Irak, Marruecos, Bahréin y Argelia.

La situación es caótica en Trípoli, horas después de que el hijo del presidente Muamar al Gadafi advirtiese del peligro de una "guerra civil" en el país, donde han muerto al menos 233 personas, según Human Rights Watch, aunque fuentes médicas añaden los al menos 61 muertos en los incidentes ocurridos hoy en la capital.

La sede del Gobierno y del Ministerio de Justicia en Trípoli han sido incendiadas por manifestantes que reclaman la caída de Gadafi, en el poder desde 1969, mientras las fuerzas del orden han abandonado prácticamente la capital, donde había saqueos y tiroteos, en medio de rumores de que el líder libio ha dejado el país.

En Bengasi, la oposición parece haberse hecho con el control del aeropuerto, según han relatado trabajadores turcos en la zona, que también afirman que grupos opositores controlan la ciudad de Jalu.

Los acontecimientos de las últimas horas han motivado un aumento del precio del petróleo y ha desatado las alarmas en la Unión Europea (UE), que estudia la "posible evacuación" de los ciudadanos comunitarios de Libia.

ARGELIA Y MARRUECOS

Las protestas siguen salpicando a otros países del norte de África, como Argelia y Marruecos, donde hoy se supo que cinco personas murieron anoche calcinadas en una sucursal bancaria en Alhucemas (norte) atacada por manifestantes.

Según el ministro de Interior marroquí, Taib Cherkaui, también se registraron 128 heridos en los disturbios de ayer en diferentes ciudades del país y se detuvo a 120 personas.

En Argelia, unidades antidisturbios de la policía utilizaron la fuerza para reprimir hoy una concentración de cientos de estudiantes llegados de todo el país ante el Ministerio de Enseñanza Superior en Argel, para exigir la derogación de un decreto presidencial que reorganiza la titulación de los estudios superiores.

"Nos quedaremos aquí hasta que logremos el éxito de nuestra lucha. Los golpes no van a poder con nosotros. Lucharemos hasta el final", dijo uno de los manifestantes al diario "El Watan".

IRAK Y BAHREIN

La situación también se ha complicado en el Kurdistán iraquí, la zona más segura de Irak, donde en las últimas horas ha fallecido un segundo adolescente en las protestas que desde el pasado jueves piden en Suleimaniya reformas políticas y el fin de la corrupción.

Al menos un manifestante murió y otros 40 resultaron heridos por disparos de la Policía kurda anoche, cuando disolvía una nueva protesta, según fuentes médicas, que revelaron a Efe que la víctima era un joven de 17 años que murió por impactos de bala.

El jueves pasado, otro adolescente, de 14 años, murió y más de 25 resultaron heridos en la primera protesta en esa ciudad, que se sumaba a las que previamente habían tenido lugar en otros puntos de Irak, como Bagdad, Kirkuk o Kut.

También en Bahréin murió hoy un manifestante, a consecuencia de las heridas causadas por los disparos efectuados el pasado viernes por el Ejército cerca de la plaza Lulu, en el centro de Manama.

Un grupo de medio millar de manifestantes trataban de tomar de nuevo esta plaza, de la que habían sido desalojados por la Policía un día antes, en unos choques en los que falleció, además, otro manifestante y varias decenas resultaron heridos, con lo que ya son siete los muertos desde el comienzo de las protestas contra el régimen bahreiní, el pasado 14 de febrero.

YEMEN

En Yemen, al igual que en jornadas precedentes, miles de manifestantes se reunieron hoy en la Universidad de Saná para insistir en la renuncia del presidente Ali Abdalá Saleh.

Aunque en días previos hubo choques entre militantes de la oposición y partidarios del régimen, hoy no se veían simpatizantes de Saleh, por lo que la protesta se desarrolló pacíficamente.

En una rueda de prensa que ofreció hoy, Saleh, en el poder desde 1990, afirmó que un cambio de régimen en el país "es inaceptable" y dijo que quienes están protagonizando las protestas políticas contra su gobierno "son una minoría".