SEVILLA. El juicio contra el menor de edad apodado 'el Cuco', acusado de la violación y muerte de Marta del Castillo, quedará mañana visto para sentencia tras los informes finales de la Fiscalía, la acusación que ejercen los padres de la víctima y la defensa, después de lo cual el joven podrá decir su última palabra.
El juzgado de Menores 3 de Sevilla celebrará mañana la duodécima y última sesión del juicio, que comenzará con el informe del Equipo Psicosocial sobre el menor Javier G.M. y su situación educativa y familiar.
A continuación las partes emitirán sus informes finales, en los que previsiblemente la Fiscalía y la acusación particular que ejercen los padres de Marta reclamarán para el menor seis años de internamiento por dos delitos de violación -la cometida por él mismo y la realizada por su amigo mayor de edad Miguel Carcaño- y uno de asesinato.
Fuentes de la Fiscalía anunciaron la semana pasada que durante el juicio no han aparecido datos relevantes, por lo que mantendrán su calificación inicial de los hechos, que incluye el pago por parte de los tutores legales del menor de los 616.319,27 euros en que el Ministerio del Interior ha cifrado los gastos de búsqueda del cuerpo de Marta, primero en el Guadalquivir, luego en un vertedero de basuras y finalmente en una zanja de Camas (Sevilla).
La defensa, por su parte, pedirá la absolución y alegará que no hay pruebas contra 'el Cuco', sino solo "pequeños indicios".
Tras los informes, el juez ofrecerá al menor la posibilidad de una última intervención antes de ser trasladado de regreso al piso tutelado de la provincia de Cádiz donde vive tras cumplir los nueve meses de internamiento preventivo máximo previsto en la Ley del Menor.
En su declaración ante el juez en la primera jornada de juicio, el pasado 24 de enero, 'el Cuco' proclamó su inocencia, declaró que no estuvo en el piso donde ocurrió el crimen y que no sabe dónde está el cuerpo de Marta, pues él mismo es el "primer interesado en que aparezca".
Javier G.M. declaró durante dos horas ante el Juez y se ratificó en la última de sus siete declaraciones en el sentido de que no estuvo en el piso donde fue asesinada Marta el 24 de enero de 2009, que aquella noche estuvo de "botellón" y que hizo su primera confesión porque estaba "asustado" y por presiones de la Policía, que le dijo que en caso contrario su madre sería detenida.