vitoria. El tren de la integración ha pasado de largo sin que la Administración se haya decidido a montar en él. Concluido el segundo plazo que el Gobierno central daba a los extranjeros de cara a realizar los trámites necesarios para poder acudir a votar, en Álava sólo cuatro personas han pasado por las dependencias de la Policía Nacional en Betoño para tramitar el indispensable certificado de residencia. La oportunidad de acercarse al colectivo de inmigrantes y a sus inquietudes a través de su posicionamiento político se ha desvanecido, al menos en este primer intento, por lo que los expertos consideran "escaso interés" de las instituciones. "Era la primera vez en la que podíamos conocer las reivindicaciones de los inmigrantes y no se ha aprovechado. Se ha tomado como un experimento, pero no demasiado en serio. Da la impresión de que la Administración ha preferido esperar a que llegue otra ocasión", sopesa el profesor de Sociología de la UPV Xabier Aierdi.
Conocedor de la realidad de los extranjeros en Euskadi tras su paso por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, Aierdi analiza lo ocurrido en el proceso de integración de los inmigrantes en el Censo electoral alavés y llega a la conclusión de que, entre otros factores, las trabas burocráticas han pesado en exceso. "No se puede hablar de democracias en teoría ideales y no ofrecer facilidades a todos los colectivos para ejercer su derecho al voto", concluye.
De la misma opinión que el sociólogo es Oliver Gómez, uno de los impulsores de la denominada Iniciativa Cinco, un programa que buscaba acercar a las urnas a los inmigrantes en la primera ocasión que los comicios se han abierto a esta posibilidad. "Está claro que las instituciones, desde el Gobierno central hasta el Ayuntamiento de Vitoria -afirma-, no se han tomado nada en serio la ocasión que se les brindaba". Difiere de Aierdi, eso sí, a la hora de calificar el proceso. "No creo que se lo hayan tomado como un experimento. Tenían claro que para que los inmigrantes respondieran y votaran había que trabajar mucho y no lo han hecho, por lo que entiendo que sabían que de esta manera no iba a funcionar", añade.
discurso contra la inmigración El azar ha querido que la primera oportunidad en la que los extranjeros de determinados países -la lista sólo incluye aquellos que mantienen convenios con el Estado- pueden votar, coincida con un periodo de crisis en el que determinados partidos han mostrado su cara más excluyente. "En algunos casos se ha impuesto el discurso contra el inmigrante porque cala en estos momentos y muchos políticos no han sabido a qué carta quedarse", interpreta Xabier Aierdi. "El mundo asociativo y los partidos tenían que haber promovido más la participación del electorado extranjero para poder realizar un retrato interesante de sus aspiraciones", explica.
"Sabíamos desde el principio que a los partidos no les motivaba en exceso la propuesta", reconoce por su parte Gómez. "Y es cierto que se trataba de una buena ocasión para saber si los inmigrantes quieren algo y qué quieren", completa. El promotor de Iniciativa Cinco no huye de la autocrítica y, como parte del colectivo de extranjeros, admite que "hemos fallado y pecado de desinterés", pero asegura que las instituciones, en este caso el Consistorio gasteiztarra, ha tenido más responsabilidad en el fracaso. "Cumplieron con lo mínimo y, cuando presionamos, hicieron algo más, pero fue claramente insuficiente", expone.
Gómez se muestra convencido de que se ha dejado escapar "una oportunidad para la integración", aunque "no totalmente". "Hay mucha gente que cumplía con los requisitos, miembros de asociaciones de inmigrantes y gente vinculada a Iniciativa Cinco que ha recibido la carta y que no ha tenido que pasar por todas las trabas burocráticas, de manera que acudirán a votar y, después de las elecciones podremos hacer un balance de lo sucedido", anuncia.