Benedicto XVI ha saludado en el tradicional ángelus a las miles de familias reunidas en Madrid para la celebración convocada por la Conferencia Episcopal y ha pedido a los fieles que sean servidores del amor que "acompaña y defiende la vida", en un mensaje que ha sido retransmitido a través de una pantalla gigante situada en la Plaza de Colón.

El Papa ha invitado a las familias cristianas de España a "ser fuertes en el amor y a contemplar con humildad el Misterio de la Navidad" que se convierte en "escuela de vida familiar y fraterna" y ha pedido para que la Sagrada Familia de Nazareth sea el ejemplo de cada familia cristiana como "auténtico santuario de fidelidad, respeto y comprensión". Benedicto XVI ha recordado que en el hogar cristiano "también se transmite la fe, se fortalece la esperanza y se enardece la caridad".

Además, el Papa ha alentado a los fieles a vivir "con renovado entusiasmo" la vocación cristiana en el seno de la familia. Asimismo, ha pedido a los fieles que conviertan sus casas en "verdaderos semilleros de virtudes" y un espacio "sereno y luminoso de confianza" en el que se pueda "sabiamente discernir la llamada del Señor". Benedicto XVI ha pedido la protección de la Sagrada Familia para todas familias "particularmente a las que se encuentran en dificultad o están probadas por la incomprensión y la división" y ha rogado para que Cristo "conceda a todas la gracia para superar cualquier contrariedad" para caminar "por el camino del bien".

Por último, ha encomendado a la Sagrada Familia "los frutos de este encuentro para que sean cada vez más las familias en las que reine la alegría, la entrega mutua y la generosidad".

LOS ATENTADOS A LOS CRISTIANOS OFENDEN A DIOS Y A LA HUMANIDAD

Por otra parte, el Papa ha recordado el atentado perpetrado contra la comunidad cristiana copta en Alejandría, que ha causado 21 fallecidos y ha señalado que "esta estrategia de violencia" que tiene como objetivo a los cristianos "ofende a Dios y a la humanidad entera". El Pontífice también ha recordado a la comunidad cristiana perseguida en Irak y a los 23 operadores pastorales asesinados por su fe en el año 2010 y ha asegurado que estos atentados "tiene consecuencias sobre toda la población". No obstante, Benedicto XVI ha invitado a la comunidad cristiana "a perseverar en la fe y en el testimonio de no violencia que proclama el Evangelio" y ha pedido a los cristianos que permanezcan "unidos a Cristo, que es nuestra esperanza y nuestra paz".