Vitoria. Pese a las discrepancias existentes entre el Ejecutivo vasco y la Diputación alavesa sobre la política a seguir en materia de parques eólicos, el Gobierno foral parece estar dispuesto a continuar con su proyecto para tratar de prescindir en la medida de los posible de los grandes aerogeneradores. Los Presupuestos para el próximo año contemplan el blindaje del llamado Plan Mugarri, que apuesta por generar un tercio del consumo eléctrico de Álava mediante energías renovables.

Las Cuentas de 2011 que en breve aprobarán las Juntas Generales de Álava contemplan dotar de un millón de euros a uno de los proyectos estrella del Departamento que dirige Mikel Mintegi. El área foral de Medio Ambiente podrá disponer de esta cantidad durante los próximos tres años con el fin de ir "asegurando" una iniciativa que buscar situar al territorio a la vanguardia en la generación y utilización de energías limpias.

Así, la institución alavesa reitera su rechazo a formar parte del Plan Eólico del Gobierno Vasco, avalado por las diputaciones vizcaína y guipuzcoana, y por Eudel, y que según Mintegi contempla no sólo la instalación de molinos en Arkamo, Iturrieta y Cruz de Alda, que forma parte de las zonas protegidas de la Red Natura 2000, sino también de otros catorce miniparques eólicos repartidos en los montes de Álava.

La estrategia foral pasa por que de aquí a 2020 el territorio pueda conseguir a partir de las energías renovables el 35% de su consumo eléctrico interior bruto, un 21% más que en la actualidad. ¿Y cómo podrían alcanzarse estas cifras? Por un lado, triplicando tanto la generación de energía eólica (de los 78,6 megavatios actuales a los 259 en 2020) como de fotovoltaica (de los 4,7 megavatios a los 15) y, por otro, dando un fuerte impulso a la geotérmica en especial en los edificios públicos y a la biomasa, planteando redes de calefacción basadas en el calor de esta energía.

El documento fija, al referirse a la implantación de parques eólicos y huertos solares, zonas vetadas a su instalación considerando las características propias de Álava y la protección de su biodiversidad y paisaje. Así, establece como zonas de exclusión los espacios incluidos en la Red Natura 2000, los paisajes catalogados y las áreas de nidificación, lo que constituye un 60% de todo el territorio alavés. El conjunto de medidas recogidas por el plan, que pretende dar pistas para un modelo global que también pueda ser adoptado por otros territorios vecinos, haría posible según la Diputación el objetivo de la Unión Europea de reducir en un 20% las emisiones de CO2 para 2020, a razón de 757.000 toneladas por año.

El Plan Mugarri, que fue aprobado el pasado año con el apoyo mayoritario de la Cámara alavesa, cuenta además con el respaldo de los grupos ecologistas, ya que una de las propuestas concretas que recoge el citado proyecto es su apuesta por sustituir los actuales aerogeneradores por otros más modernos, sin que exista la necesidad de construir nuevos parque eólicos. Ello ayudaría a reducir la muerte por colisión de una veintena de aves que, perderían la vida en cada aerogenerador cada año. De hecho, el documento marca una clara preferencia: la de repotenciar los parques eólicos existentes en lugar de construir nuevos emplazamientos. En este sentido, la Diputación aboga por incorporar aerogeneradores de mayor potencia en el parque eólico de Elgea o de levantar más molinos en zonas ya afectadas como puede ser la de Badaia.

En la actualidad, el territorio cuenta con tres grandes parques en funcionamiento: Elguea, Urkilla y Badaia, cuya potencia instalada, que alcanza un total de 106 MW suponen más de dos terceras partes de la existente en el conjunto de Euskadi. Si finalmente se ejecutan todos los proyectos que contempla el plan eólico del Gobierno Vasco, cerca de 19, el territorio alavés sería uno de los lugares del mundo con mayor impacto eólico, algo que la Diputación pretende evitar a toda costa.