KABUL. La misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) mostró hoy su "preocupación" por la inseguridad durante la jornada electoral en el país, donde ya se han registrado varios ataques y explosiones, después de que los insurgentes llamaran al boicot.
Un trabajador de la Comisión Electoral resultó herido en la ciudad de Khost (este) por el estallido de una bomba en el interior de un colegio, mientras un agente de inteligencia sufrió heridas por otra explosión similar en Kabul.
Según el canal televisivo Tolo, ha habido ataques en Kunar y Jalababad y, de acuerdo con distintas fuentes policiales, se han producido lanzamientos de proyectiles en las ciudades de Kandahar y Kunduz.
"Es un día crucial. Decir que la seguridad está garantizada es ir muy lejos. Se han tomado muchas precauciones, más que nunca, pero sigue habiendo una gran preocupación", dijo hoy el jefe de la UNAMA en el país, Staffan de Mistura.
De Mistura se desplazó antes de la apertura de los colegios al instituto de enseñanza Amani, en pleno centro de Kabul, al que también acudió, pocos minutos después, el propio presidente afgano, Hamid Karzai, quien realizó un llamamiento al voto.
"Como en cada elección, esperamos que habrá una alta participación, y que los incidentes de seguridad, ya que habrá algunos, no disuadirán a nadie de salir a votar", dijo Karzai tras depositar su voto, en torno a las 8:00 horas locales (03.30 GMT).
Los electores han ido llegando poco a poco al colegio, entre estrictas medidas de seguridad.
Las tiendas de la capital afgana permanecieron hoy cerradas y pocos se aventuraron a la calle en las primeras horas,a excepción de los numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad desplegados para evitar ataques.
Como también hicieron en el año 2009, los insurgentes talibanes han llamado al boicot de los comicios -los segundos parlamentarios desde la caída del régimen integrista- y han amenazado con llevar a cabo actos violentos para empañar el proceso.
Pero el primer susto de la jornada llegó a la medianoche, cuando un terremoto de 6,3 grados en la cordillera del Hindu Kush pudo sentirse en gran parte del territorio afgano.