bilbao. A la segunda, tampoco pudo ser. La Audiencia Nacional calificó ayer de "fraude de ley" la convocatoria por la que la plataforma Adierazi Euska Herria había llamado a reclamar el respeto a todos los derechos de todas las personas en las calles de Bilbao, por lo que tampoco esta marcha pudo llevarse a cabo. En su lugar, un nutrido grupo de miembros y simpatizantes de esta plataforma se reunieron en el lugar de donde debería haber salido la marcha y, después de disolverse, disuadidos por la presencia policial, sustituyeron el acto prohibido por una comparecencia en la que lamentaron la decisión judicial y apuntaron algunas de las que serán las pautas de su futuro inmediato, que pasa por su configuración como movimiento social.
Ante el nuevo revés judicial que ayer volvió a llegar en forma de prohibición, los convocantes decidieron pedir a quienes hubieran pensado secundar su convocatoria que no acudieran a manifestarse. Lo hicieron subrayando que así querían actuar "desde la responsabilidad" y "para no caer en provocaciones y evitar disturbios" que hubieran tensionado la situación ante una Ertzaintza que había recibido órdenes de no permitir ningún acto que eludiera la prohibición dictada desde la Audiencia Nacional, que basó su decisión en que la manifestación tenía una "idéntica finalidad" que la que ya había prohibido ya que, a su juicio, las formaciones políticas legales -EA, Aralar y Alternatiba- habían "intercambiado los papeles" con Adierazi EH -gobernada según su interpretación por la izquierda abertzale tradicional- para eludir la primera prohibición.
Eusko Alkartasuna, en la figura del ex consejero del Gobierno vasco Sabin Intxaurraga y en menor medida de su ex presidente Unai Ziarreta, capitalizaron el foco mediático en la marcha finalmente desconvocada, profundizando en su intención de erigirse en actor principal del polo soberanista desde el ámbito legal.
El protagonismo que adquirió Intxaurraga en el transcurso de la marcha -centenares de simpatizantes de Adierazi EH peregrinaron detrás de los convocantes entre el Sagrado Corazón y la posterior rueda de prensa en el Kafe Antzokia- venía anunciado por el registro del ex consejero como convocante el pasado viernes, junto a un ciudadano anónimo, de una manifestación precedida por la prohibición de la Audiencia Nacional.
sin apenas incidentes No hubo incidentes en la marcha de ayer, salvo la detención de un hombre entre las dos centenares de personas que se reunieron cuando, a la altura del Palacio Foral, efectivos antidisturbios de la Ertzaintza -que estaba sobre aviso de la Audiencia Nacional para "evitar la comisión de hechos delictivos"- cortaron en dos la concentración sustitutiva de la manifestación. Fue entonces cuando se vivieron los únicos momentos de tensión de la tarde. Durante los mismos Sabin Intxaurraga fue quién pidió calma, tanto a los agentes de la policía vasca como a los propios asistentes, que durante la marcha de apenas quince minutos corearon consignas en favor de la libertad de expresión, la independencia y los derechos de los presos vascos.
"una nueva etapa" Adierazi EH, por su parte, anunció que de la jornada de ayer nace "una nueva etapa" en la sociedad vasca en la que se comprometió a trasladar "el acuerdo de contenidos democráticos" de la plataforma ciudadana "a todas las instancias de Euskal Herria". Además, criticó la prohibición de ejercer un derecho fundamental; a su juicio, un absoluto "atropello" por parte de la Audiencia Nacional que no tuvo en cuenta "el contenido y el objetivo" de la convocatoria.