vitoria. Para triunfar en la vida hay que tener estudios. O, al menos, eso creía toda una generación. Los jóvenes de Euskadi parece que también son de la misma opinión; de hecho, la CAV encabeza el ranking de permanencia escolar en mayor proporción del Estado hasta los 20 años y ocupa el tercer puesto de escolarización hasta los 22. Y la frase hecha sobre los estudios no estaba muy alejada de la realidad, según recoge el Estudio de Incorporación a la Vida Activa, elaborado por el Observatorio del Mercado de Trabajo Egailan a 5.849 graduados en 78 titulaciones, que calcula que el 80% de los titulados de la UPV logra encontrar un trabajo.
La mayoría, además, en torno al 63%, consigue ese puesto a través de unas prácticas empresariales. Aunque el 80%, eso sí, ya tuvo alguna experiencia profesional durante la carrera. Así lo apuntan la consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, y el rector de la Universidad del País Vasco, Iñaki Goirizelaia, que revelan que las personas con empleo encajado -trabajan en aquello para lo que se han formado- en 2006 suponen un 89%, 17 puntos más que en el año 2001. Por áreas de conocimiento, en ciencias de la salud se ha dado un 100% de empleo encajado, le siguen de cerca las enseñanzas técnicas con un 97% y un 76% en ciencias económicas y de la salud. De esta forma, según apunta Zabaleta, el 73% de los licenciados incluso "encontraron trabajo durante el primer año de su graduación".
Sin embargo, no es eso lo que demuestran las cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2009. Y es que la mitad de los jóvenes tarda más de un año en encontrar empleo tras finalizar sus estudios. La situación laboral de los jóvenes sigue siendo una de las peores caras de la crisis y, de hecho, se ha registrado un incremento del paro en un 7,4% con respecto al año anterior. En concreto, la actual tasa de activos (80,4%) ha consolidado la tendencia que se había apuntado el año anterior, cuando se pasó de una ocupación del 90% al 87,8%. Sin embargo, la tasa de paro universitario general es del 5,2%, mientras que la del País Vasco es del 9,1%. "Estos datos constatan que tener estudios universitarios permite afrontar en mejores condiciones el mercado de trabajo", asegura Goirizelaia.
En este sentido, el rector de la UPV comenta que la crisis económica es un "elemento fundamental" para explicar el aumento del paro. "La disminución de empleo sólo ha repercutido en los niveles de desempleo en un 4,9%, ya que el resto, un 2,5%, hace referencia a los licenciados que continúan sus estudios", precisa.
Por otra parte, señala que los titulados de las tres universidades vascas que tienen trabajo suponen un 80,2%, frente al 80,4% de la UPV. Del mismo modo, la tasa de paro general es del 12,2%y la de la Universidad Pública Vasca un punto más bajo. Con respecto a la movilidad geográfica, Zabaleta revela que sólo el 11,2% de los universitarios ha trasladado su lugar de residencia fuera de Euskadi por motivos laborales.
A pesar de las dificultades que existen para encontrar trabajo, la consejera afirma que "una buena cualificación, aunque no garantiza el empleo, aumenta las posibilidades de poder obtenerlo". "La encuesta refleja que el empleo más cualificado es aquel que resiste mejor la situación de crisis", asegura.
Desigualdad entre sexos En pleno siglo XXI, las mujeres siguen cobrando menos que los hombres y sus condiciones laborales son peores. Según el Estudio de Incorporación a la Vida Activa, las mujeres presentan tasas de empleo superiores a sus compañeros. En concreto, un 81% frente al 79,2% de ellos. Sin embargo, según este estudio elaborado por Egailan, en la calidad de empleo las féminas salen peor paradas. De hecho, el 63% de los hombres cuenta con un empleo estable frente al 46,6% de ellas.
La diferencia entre sexos más notable se aprecia en los puestos de dirección. Los datos reflejan que los hombres ocupan un puesto importante en un 11,6% de los casos, frente al 3,9% femenino. Además, en 40 titulaciones los hombres ganan 100 euros más que las mujeres frente a sólo nueve en las que ocurre lo contrario. Pero no todo son malas noticias para las féminas: el grado de satisfacción con el empleo es mayor en ellas.