varsovia. El liberal Bronislaw Komorowski y el conservador Jaroslaw Kaczynski cerraron ayer la campaña electoral para los comicios a la presidencia de Polonia de mañana, en los que los polacos eligen al sucesor del presidente Lech Kaczynski, hermano gemelo del segundo, fallecido en abril en un accidente aéreo.

Komorowski es el candidato favorito según los sondeos, aunque todo apunta a que no podrá proclamarse presidente este domingo, sino que tendrá que esperar hasta la segunda vuelta, prevista para el 4 de julio.

Esa segunda cita tendrá lugar si ninguno de los aspirantes supera el 50% de los apoyos en la votación del domingo y tras la eliminción de los ocho restantes candidatos a la Presidencia polaca, todos ellos sin posibilidades frente a los dos principales aspirantes.

Komorowski, presidente del Parlamento polaco, asumió de forma interina el cargo de jefe de Estado tras la muerte en la localidad rusa de Smolensk del anterior mandatario, Lech Kaczynski, junto a su séquito de 95 personas.

Jaroslaw Kaczynski, líder de la oposición conservadora y el partido Ley y Justicia (PiS), ha recortado distancias en los últimos días gracias a su discurso patriótico y a su defensa del sector público frente a los planes privatizadores de los liberales.

El político conservador, que ha confesado que su objetivo es continuar la "misión" comenzada por su hermano gemelo, aprovecha el último día de campaña para intentar sumar apoyos y evitar los malos resultados pronosticados por los sondeos.

Kaczynski, que ayer cumplió 61 años, acudió a primera hora de la mañana al castillo de Wawel, en la sureña localidad de Cracovia, para visitar la tumba de su hermano gemelo Lech y su esposa María Kaczynska, acompañado de su sobrina, Marta, la única hija de la pareja presidencial, y depositar dos ramos de rosas.

Inicialmente el objetivo de Jaroslaw Kaczynski es llegar a la segunda vuelta, donde sólo se medirían los dos candidatos más votados este domingo, y hacerse entonces con la victoria. Komorowski, por su parte, busca conquistar la presidencia este domingo, un objetivo que respalda el sondeo publicado ayer por el diario Gazeta Wyborcza, el único que contempla la posibilidad de que el liberal gane en la primera vuelta con un 51% de los votos. En los últimos días, Bronislaw Komorowski y su partido, la liberal Plataforma Ciudadana, han hecho un esfuerzo por ganarse al electorado de izquierdas, en un intento de sumar apoyos para evitar la incertidumbre de una segunda vuelta.

acercamiento a la izquierda El nombramiento del político socialista Marek Belka como nuevo presidente del Banco Nacional de Polonia es un ejemplo de ese acercamiento a la izquierda y a sus votantes, algo que podría ser determinante para consolidar la victoria.

La campaña electoral que se cerró ayer ha sido una de las más atípicas que ha vivido la democracia polaca, marcada por las inundaciones más graves que ha sufrido el país en los últimos 160 años y por el accidente aéreo de Smolensk.

La Iglesia católica polaca llamaba ayer a dejar atrás la tragedia y a acudir a votar este domingo, algo que se espera que haga tan sólo un 50% de los polacos, según los últimos sondeos, que vaticinan una alta abstención. El llamamiento de la Iglesia se suma al que durante los últimos días viene haciendo el partido liberal, principal perjudicado en caso de abstención.