vitoria. El fin del plazo que el Gobierno Vasco abrió para recibir aportaciones a la reformulación que pretende acometer sobre el Plan de Educación para la Paz vigente reflejó ayer a las claras la fractura que ha causado la presentación de este proyecto. Aralar fue el primer partido que decidió pedir la retirada del borrador propuesto por el Gabinete López, y ayer se le sumaron EA y el PNV, mientras Ezker Batua se pronunciará el lunes, aunque su portavoz, Mikel Arana, ya expresó en su día sus dudas sobre este proyecto.

Los argumentos que esgrimen PNV, Aralar y EA para justificar su crítica son básicamente los mismos: que se han deformado los contenidos del Plan para reflejar sobre ellos las bases ideológicas del pacto PSE-PP, que no se puede afrontar un proceso de reconciliación despreciando ningún sufrimiento, y que el consenso sobre un tema tan sensible como éste no puede fijarse como un objetivo final, sino que debe trabajarse desde el principio incluyendo en él además la opinión de los agentes educativos, los grandes ausentes del proyecto que ahora impulsa el Ejecutivo.

Por todo ello, piden que el proyecto regrese al kilómetro cero para comenzar de nuevo a recorrer el camino de la actualización del plan de forma conjunta y consensuada. Sin embargo, el Gobierno no parece dispuesto a complacerles.

ares contra el pnv El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se dolió ayer de las críticas que viene recibiendo el Plan que impulsa su Departamento; especialmente de las del PNV. De hecho ayer mismo, pocas horas después de conocer su postura, el propio consejero se tomó la molestia de enviar a los medios una nota en la que tachó su actitud directamente como "un paso atrás del PNV en su compromiso con las víctimas".

Ares obvió el resto de manifestaciones críticas para centrarse en las del principal partido de la Cámara, al que acusó de mantener una posición irresponsable por reclamar la retirada del borrador del plan "desenfocando su contenido" y "sin presentar alternativa alguna", a pesar de que aseguró que el Gobierno está más que dispuesto a "llegar al mayor acuerdo posible en esta materia, facilitando al máximo la incorporación al plan de otras ideas y matices".

trabajo en la "cocina" Ése será precisamente el reto al que los impulsores de esta reforma tendrán que hacer frente a lo largo de las próximas semanas: recomponer el precario consenso que se fraguó la pasada legislatura sobre esta materia y que ahora mismo está en el aire, comenzando a partir del mismo lunes, cuando tendrán ya en su poder las alegaciones de todos los partidos.

Más allá del ámbito político, los agentes educativos también esperan que alguno de los departamentos implicados toquen por fin su puerta. Por eso, la Comisión Interdepartamental encargada de este proyecto tendrá que aplicarse a fondo si quiere que el plan llegue al Parlamento libre del recelo y la oposición que por el momento ha cosechado.