VITORIA. "Los vascos han asimilado tan rápido el cambio en Euskadi que no lo valoran". El lehendakari, Patxi López, pronunciaba estas palabras durante una conferencia en Madrid el pasado 21 de enero, apenas un mes después de que el Euskobarómetro cifrara en el 71% los vascos que tenían "poca o ninguna confianza" en el nuevo Gobierno Vasco. Este sondeo causó honda preocupación en instancias del Ejecutivo autonómico y del PSE-EE. Un año después, con motivo del primer aniversario de las elecciones autonómicas que alumbraron este nuevo Gabinete, Gizaker ha elaborado una encuesta para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en la que se constata que el concepto de "cambio" que ha servido de hilo conductor a este primer año de liderazgo socialista en Ajuria Enea no es percibido como tal en la sociedad alavesa.

De hecho, preguntados sobre qué cambio han percibido con el nuevo color político en la Lehendakaritza, un 44,1% asegura que ninguno, porcentaje que se eleva al 58,5% si se incluye a aquéllos que se acogieron al "no sabe, no contesta". El sondeo, realizado vía telefónica entre 800 alaveses durante la primera semana de marzo, sitúa como el principal viraje percibido por la ciudadanía del territorio la relativa a EiTB y los medios de comunicación, citado por un 5,5% de los encuestados, seguido por otro escaso 4,9% que menciona la lucha antiterrorista.

acuerdo de bases

Posiciones "polarizadas"

Este último dato no deja de sorprender, teniendo en cuenta que éste ha constituido uno de los puntales sobre los que el Gabinete López ha construido su discurso y que ha sido motivo de encendidas polémicas, por ejemplo, a cuenta de las retiradas de fotografías y carteles alusivos a presos de ETA o que uno de los puntos álgidos de enfrentamiento dialéctico entre socialistas y jeltzales versó, precisamente, sobre el reproche de los primeros a los segundos respecto al "empeño" de la Ertzaintza en la lucha contra ETA en anteriores ejecutivos.

La valoración de los alaveses sobre la alianza que sustenta al Gobierno López es mayoritariamente negativa (40,6%); sólo un 27,3% la considera positiva, mientras que un 20,4% la valora con frialdad. Esta correlación de opiniones se mantiene, con distintos porcentajes, en todos los tramos de edad salvo entre los más jóvenes. Los alaveses entre 18 y 29 años que ven con buenos ojos la alianza de socialistas y populares son sólo el 14,4%. Esta evaluación negativa o, cuando menos, displicente, del acuerdo suscrito hoy hace un año entre ambos partidos puede derivar también de una percepción curiosa: el 64,8% de los encuestados responde que son PSE-EE y PP quienes "gobiernan en el Gobierno Vasco". Sólo un 23,9% contesta que los socialistas gobiernan en solitario.

Asumido que la ciudadanía alavesa, mayoritariamente, no aprecia grandes cambios tras un año de los socialistas en Ajuria Enea y que la alianza política que propició este Gobierno tampoco es bien vista en general, el principal motivo esgrimido por quienes la consideran negativa es la "ideología", citado por uno de cada cuatro encuestados. El siguiente argumento mencionado (17,8%) es el recurrente "no sabe, no contesta", seguido ya de lejos por "están dirigidos por Madrid no hacen por la CAV" y porque "no le gusta el PP" (6,8%, en ambos casos".

Curiosamente, y pese a la aparente polarización de la sociedad vasca a la hora de valorar al nuevo Gobierno Vasco o su entente con el PP -plasmada por ejemplo en esa mayoritaria alusión a la "ideología" cuando se busca justificación al rechazo al pacto de socialistas y populares-, la encuesta refleja que los alaveses no perciben entre los "cambios" traídos por el nuevo Ejecutivo autonómico virajes especialmente sensibles en materia identitaria -que éste sea "más español", por ejemplo, opción citada sólo por el 2,5%- o que haya propiciado "pluralidad y libertad" (2,5%).

Todo el argumentario para rechazar el acuerdo de los socialistas con los populares encaja con la apreciación que hacen los encuestados sobre "los puntos débiles" del actual Gobierno Vasco: el principal (con un exiguo 8,5%), alega precisamente el pacto con el PP, análisis que hay que enmarcar en el territorio considerado granero de los populares en Euskadi -no en vano han gobernado Diputación y Ayuntamiento de Vitoria durante las dos anteriores legislaturas-. Ahora bien, hay un revelador 54,5% que no se acoge al "no sabe, no contesta" cuando se le interpela sobre los puntos débiles del Ejecutivo de Patxi López.

Un porcentaje prácticamente calcado a quienes responden exactamente lo mismo cuando se les pregunta sobre los puntos fuertes. Aunque, curiosamente, hay un 11,6% que, interrogado al respecto, responde que no observa ningún punto fuerte. De entre quienes valoran positivamente la alianza de PSE-EE y PP, un 27,1% lo justifica con el argumento de que "el cambio es positivo", aunque otro 28,9% "no sabe o no contesta" al respecto.

discursos con poco calado

Escenario abierto

Esta imprecisión general a la hora de sustentar las opiniones, positivas o negativas, en torno al pacto de socialistas y populares y, en general, en torno al nuevo Gobierno Vasco, revela de algún modo el escaso éxito de unos y otros a la hora de asentar en la ciudadanía alavesa un discurso razonado respecto a una postura u otra; aunque más allá de interpretaciones, lo que deja realmente vaguedad general es un flujo de sensibilidades políticas en la sociedad alavesa muy abierto y poco a la vista.

Por ejemplo, un 44,9% sostiene que el Ejecutivo de Patxi López es peor que los anteriores; no obstante, un 48,5% manifiesta que es un Gobierno "capaz", un 52,8%, "con ideas" y un 67%, "motivado". Ahora bien, si se trata de poner a prueba "el cambio" que ha vendido el Gabinete López en este año, el examen por ahora está suspendido para el Gobierno de los socialistas vascos: sólo uno de cada cuatro encuestados considera que es "mejor que los anteriores", aunque un significativo 28,2% prefiere no pronunciarse. En este punto hay que volver a la condición de Álava como territorio en el que el PP mantiene una importante preponderancia, a lo que hay que añadir que el PSE-EE se ha revelado ya en varias citas electorales como fuerza en ascenso, no hay que olvidar que dirige el Ayuntamiento gasteiztarra, que fue la segunda fuerza en las Juntas Generales y que ganó en las autonómicas del año pasado. Probablemente por ese escenario, la opinión de los alaveses sobre si este Gobierno Vasco es mejor o peor que los anteriores varía sustancialmente respecto a la valoración global de Euskadi: ocho puntos menos, en el caso de los que lo consideran peor, y ocho puntos más, en el de lo que lo consideran mejor.