PALMA. Alrededor de 1.500 personas, según fuentes de la Policía Local, se han concentrado hoy en Calvià para rendir homenaje a los dos guardias civiles asesinados por ETA el pasado 30 de julio en Mallorca.
Familiares, amigos, políticos y numerosos ciudadanos se han reunido en honor de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaún, este último nacido en 1982 en Pamplona, ciudad de la que también es natural su madre y en la que reside gran parte de su familia materna.
El Ayuntamiento de Calvià ha puesto el nombre de los guardias civiles a dos calles del municipio, cuya placa se ha destapado esta mañana en un acto que ha comenzado en torno a las 11.30 horas en presencia de familires, amigos y miembros de la Benemérita.
Las madres de los guardias civiles asesinados han sido las encargadas de destapar las placas de las calles, acompañadas del resto otros familiares que estaban visiblemente afectados.
Después, se ha celebrado un acto de homenaje en la rotonda próxima al cuartel de la Guardia Civil en el que se produjo el atentado terrorista.
Allí, el alcalde de Calvià, Carlos Delgado, ha pronunciado un discurso en el que ha destacado la valentía de estos dos agentes que "murieron por la barbarie terrorista" y ha apuntado, entre aplausos y gritos de "¡viva la Guardia Civil!", que ambos fallecieron "en acto de servicio y en cumplimiento de su deber".
Delgado ha señalado que los guardias civiles murieron "por la bandera de España" que es la que "juraron defender y que simboliza la unidad de todos los españoles", a la vez que es odiada por "los malnacidos asesinos de Diego y de Carlos" por "todo lo que representa".
"La Guardia Civil no es una abstracción institucional, sino todos y cada uno de sus miembros" que "han hecho del servicio a los demás la razón de su existencia y de su profesión", ha añadido.
Delgado ha entregado a la madre de Diego y al padre de Carlos la Medalla de Oro de Calvià a título póstumo y, acto seguido, agentes de la Guardia Civil han izado una bandera española en el centro de una rotonda de Palmanova, con el himno de España de fondo, y han descubierto un monolito que se ha instalado allí en memoria de los fallecidos, para completar así el acto entre aplausos del público.