Partiendo desde la localidad alavesa de Ullibarri de los Olleros, mediante esta ruta circular, vamos a coronar dos cimas al sur de Gasteiz pertenecientes a la muralla natural que separa la llanada alavesa del condado de Treviño llamada Montes de Vitoria.
DATOS PRINCIPALES
- Kilómetros: 11,97 km
- Desnivel positivo: 442+
- Duración: corriendo 1:45h / Caminar - correr: 2:15h / Senderismo 2:45h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
- Desde Vitoria, salimos por la parte sur de la ciudad, por la zona de esmaltaciones para coger la A-2130 hasta Otazu. Allí ya nos incorporamos a la A-3104 que nos lleva hasta Ullibarri de los Olleros.
- Desde Bilbao, salimos por la parte sur para por medio de la A-68 llegar hasta Altube donde abandonamos la autopista para seguir por la N-622 hasta Vitoria. Atravesamos la ciudad y salimos por la A-132 hasta Otazu donde continuamos por la A-3104 hasta nuestro destino.
- Desde Donostia tomamos la N-1 sentido Madrid hasta la salida 367 donde nos incorporamos a la N-104 y de ahí a Gasteiz donde nada más entrar tomamos la A-132 y seguimos las indicaciones anteriores.
- Desde Pamplona, saliendo por la parte oeste mediante la AP-15 y después la A-10 llegamos hasta Alsasua. Allí cogemos la N-1 sentido Gasteiz cogiendo la salida 367 para acceder a la N-104 hasta Gasteiz donde ya seguimos las indicaciones anteriores.
DESCRIPCIÓN
Los Montes de Vitoria se presentan ante nosotros como una fantástica barrera natural que se extiende al sur de capital de País Vasco. En cuanto a altitud no es una gran muralla, porque en sus puntos altos presenta poco más de 1.000 metros, pero es bastante extensa, ya que va desde el final de la Sierra de Iturrieta, en las inmediaciones de Ullibarri-Jáuregui, hasta el desfiladero de la Puebla, por donde discurre el río Zadorra.
Además de ser muy famosa para todos los vitorianos, ya que por la cercanía a la ciudad en poco tiempo se puede hacer una excursión por alguna parte de ella, es muy conocida por la carrera de ultra Trail que se celebra cada dos años. Muy bien organizada y llevada por la Sociedad excursionista Manuel Iradier, del mismo nombre, la prueba de Los Montes de Vitoria es un reto de 62 kilómetros y 2.600 positivos a realizar en un máximo de 14 horas. Puede parecer una locura, pero las inscripciones están tan solicitadas que es preciso desde hace unos años hacer un sorteo ante la gran demanda de participación.
En esta salida de hoy no vamos a recorrer esa distancia, pero sí que vamos a hacer cima en dos de sus once buzones: en Zalbizkar y en Pagogan. Para ello nos acercamos a Ullibarri de los Olleros, donde una vez dejado bien posicionado nuestro medio de transporte nos enfundamos las zapatillas o botas de monte y partimos por el GR-25 en dirección hacia Eguileta.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Un solo punto donde recoger agua que no es otro que la fuente de Ullibarri de los Olleros, así que será necesario llevar buena provisión del líquido elemento
Calzado. Con un calzado con buen agarre será suficiente, ya que pista y sendas fáciles es lo que nos encontramos. Lo único en época lluviosa es muy posible la presencia de barro.
Dificultad. ruta muy sencilla con tan solo un par de repechos exigentes. También muy fácil de seguir y de orientarse incluso con mal tiempo.
No iremos mucho por él, por no decir nada, ya que tras pasar una barrera metálica giramos a la derecha para introducirnos en el bosque. Ahora todos los cruces los vamos a tomar a la izquierda para ir ascendiendo entre los montes Mendigurena y Arcayacoa. La senda es muy bonita al abrigo de la mezcla perfecta de tejos y hayas, algunas de ellas trasmochas.
El camino se puede llegar a complicar por momentos por la presencia de alguna dura rampa, pero se hace hasta corto. En un momento dejamos de ascender para, de forma horizontal e incluso finalmente en ligera bajada, llegar hasta el puerto de Okina, lugar donde extremando las precauciones atravesaremos la carretera. Al fondo ya se divisa nuestro primer destino: Zalbizkar, a unos dos kilómetros de distancia.
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Primera parada
Toca arremangarse ya que llega la parte dura de la jornada. Comenzamos a ascender por un impresionante hayedo que de lo frondoso que es, a veces parece que se nos hace de noche, e incluso, en época seca, el barro hace acto de presencia bajo nuestros pies. Salimos del mismo y encaramos el último duro repecho en terreno despejado con abundante brezo y enebro.
Por fin coronamos Zalbizkar (1.046 m.) también denominado San Kristobal o Alto del Cuchillo, en referencia a la denominación de esta parte de la sierra. No podemos ver más abajo Okina, ya que el monte Zalmendi nos lo impide, pero sí que se puede apreciar unas amplias vistas hacia occidente donde espera nuestro segundo plato de hoy. En referencia a este primero hacer mención del curioso buzón en forma de motor, en concreto un turbo. Todo ello relacionado con su otro nombre y en honor a San Cristóbal, patrón de los conductores y mecánicos.
Una vez descansado lo necesario partimos hacia el siguiente destino. Por medio de las marcas rojas y blancas del GR-282 llegamos a terreno abierto, donde es frecuente la presencia de caballos pastando, y de ahí al collado de Iturriotz. Es el que separa la zona de donde venimos a la zona a donde vamos, tras salvar un pequeño pero empinado cortafuegos.
Segunda parada
Estamos en Pagogan (1.029 m.) Unas vistas espectaculares, un vértice geodésico y un buzón de montaña en forma de seta, con la altitud mal señalada, es lo que nos acompaña en esta cima. Anteriormente formaba parte del catálogo de cimas de la Federación de montaña, pero su vecino Zalbizkar, con 17 metros más le ha quitado esta consideración. A pesar de ello es un monte muy visitado, seguramente al tratarse de un paraje más abierto. También presenta la curiosidad que en navidades se instala un gran Belén en un árbol pegado a su cima.
Para volver hasta Ullibarri de los Olleros regresamos al collado de Iturriotz donde un paso de valla ahora a nuestra izquierda es lo que deberemos cruzar. Por delante, una larga bajada es lo que nos encontramos. Eso sí, disfrutamos en cada metro de ella. En primer lugar, por terreno despejado de árboles donde en caso de tener día despejado veremos la capital alavesa al fondo, el Santuario de Estíbaliz y la reconocible sierra de Elgea detrás con su parque eólico.
Tras esos primeros metros nos introducimos de nuevo en un bosque de hayas donde ir descendiendo, bien andando, bien corriendo: es maravilloso. La pista es cómoda para ambas opciones e incluso se puede ver gente en bicicleta en los dos sentidos. Una vez terminado el tramo con pendiente acusada llegamos a un cruce, el enlace con el GR-25. A la izquierda Monasterioguren, a la derecha nos aguarda el pequeño pueblo de Ullibarri de los Olleros, donde terminamos la ruta de hoy con un merecido trago de agua de su bonita fuente.
Hemos descubierto algo más de esta sierra de los montes de Vitoria, pero queda la sensación que solo hemos rascado un poco la superficie de todo lo que nos puede ofrecer. Kapildui, Almurrain, Lendiz, Busto y, como no, Zaldiaran están cerca y aguardan expectantes otra visita nuestra.
PLANES ALTERNATIVOS
A continuación, un par de opciones extras con las que ampliar nuestra salida de montaña:
- Ruta desde Okina a Saseta: Esta travesía que transcurre por el curso del río Ayuda se ha convertido una de las más demandadas gracias a su espectacular entorno. En el recorrido que iniciamos en las inmediaciones de la Iglesia en honor a la Asunción de Nuestra Señora en Okina, nos encontraremos con cascadas y meandros fusionados con bosques de hayas y robles. Prácticamente la totalidad de la ruta transcurre por el desfiladero del río Ayuda que es de gran belleza paisajística. Aún más recomendable es en otoño, por mayor caudal del rio y sobre todo por los colores propios de esta estación. Una ruta en línea recta de 14 kilómetros y sin desnivel aparente, tan solo unos 100 metros.
- Visita al Santuario de nuestra señora de Estibaliz: A diez kilómetros de Vitoria-Gasteiz, en lo alto de una colina convertida en parque natural, se eleva la joya del románico del País Vasco: el Santuario de Estibaliz. Construida a mediados del siglo XII, de aquella época queda la magnífica iglesia, convertida hoy en día en un santuario en el que se aloja la talla medieval de la Virgen de Estíbaliz, patrona de Álava. Su elegante portada Speciosa, con decoración fina y vegetal, sus tres ábsides solemnes, la originalidad de sus canecillos, la belleza de su pila bautismal y la maestría escultórica de los capiteles del interior son parte imprescindible de recorrer en nuestra visita. Además, en las inmediaciones se encuentra el moderno Centro de Interpretación del Románico en Álava, donde comprender mejor las particularidades de este estilo en el territorio alavés, su variedad, su amplitud geográfica y su riqueza ornamental.
Exceptuando un bar en Okina y otro en Estibaliz si queremos algo más de gastronomía tampoco es mal plan acercarnos a la cercana Vitoria donde disponer de toda la oferta posible.
