Abordamos una ruta desde Pagomakurre por el macizo de Itzina. Campas abiertas, un laberinto de piedra y roca, refugios, cuevas grandes y pequeñas y un fantástico colofón en el ojo de Atxulo es lo que nos depara esta salida por el Parque natural del Gorbea en su parte vizcaína.

DATOS PRINCIPALES  

·        Kilómetros: 9,88 km

·        Desnivel positivo: 490+ 

·        Duración: corriendo 1:30h / Caminar - correr: 2:15h / Senderismo 3:00h

LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA   

·        Desde Bilbao, salimos por la parte sur para por medio de la A-68 llegar hasta Llodio y de ahí a Orozko. Una vez allí cogemos la carretera que enlaza con Areatza. Tras pasar Gallartu, el aparcamiento de Altzagorta y la zona del hayedo de Aitzondo llegamos tras girar a la derecha a Pagomakurre.

·        Desde Vitoria, salimos por el norte de la ciudad para por medio de la N-240 hacia Bilbao bajar el puerto de Barazar. Una vez descendido llegamos a Areatza donde en la iglesia seguimos las indicaciones hasta Pagomakurre.

·        Desde Donostia tomamos la A-8 sentido Bilbao. En Amorebieta por medio de la BI-635 llegamos hasta Lemona donde cogemos la N-240 sentido Vitoria. En Areatza seguimos las indicaciones anteriores.

·        Desde Pamplona, saliendo por la parte oeste mediante la AP-15 y después la A-10 llegamos hasta Alsasua. Allí cogemos la N-1 sentido Gasteiz cogiendo la salida 355 para acceder a la N-240 y seguimos las indicaciones anteriores.

DESCRIPCIÓN  

El parque natural del Gorbea además de ser el pulmón central del País Vasco se ubica de tal manera que ejerce de frontera natural entre los territorios de Álava y Bizkaia. Por eso la famosa ruta de subida al Gorbea se puede efectuar desde ambas provincias. En esta excursión de hoy tomamos como punto de partida el lugar más común para efectuarla desde Bizkaia, que no es otro que Pagomakurre. A pesar de que compartiremos un rato el camino en dirección a la cruz no haremos cima, sino que exploraremos una parte del macizo de Itzina dejando de lado el Gorbea.

Subiendo a Arraba con Gorbea enfrente Gonzalo Pérez Zunzunegui

La llegada al extenso aparcamiento de Pagomakurre por la carretera que sube al mismo desde Areatza es toda una declaración de intenciones ya que mientras transitamos por ella y vamos dejando atrás las zonas pobladas, empiezan a aparecer densos bosques que se van sucediendo uno detrás de otro. En algunos tramos los árboles desaparecen para dejarnos ver todo lo que ya hemos ascendido. Todavía no hemos empezado a caminar y ya el paisaje es impresionante.

Laberinto de los siete senderos en Arraba Gonzalo Pérez Zunzunegui

Una vez llegados a Pagomakurre, con el vehículo estacionado y los depósitos de agua llenos gracias a las fuentes allí situadas empezamos con la ruta justo donde termina el asfalto. Hemos cambiado alquitrán por pista de tierra y en un primer momento el trayecto es muy suave, incluso en ligero descenso. A nuestra derecha queda la peña de Lekanda, la cual vamos a ir bordeando; a nuestra izquierda, según vamos ganando altura, vamos identificando muchas cimas conocidas como Anboto, Aitzgorri, los molinos de la sierra de Elgea o el Orixol entre otros. Al fondo se vislumbra entre la niebla y tras el agua del pantano de Legutio la capital alavesa, Gasteiz.

CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA 

Hidratación. Tenemos fuente en Pagomakurre y en el refugio de las campas de Arraba, así como también antes de llegar a las cuevas en la zona de la borda disponemos de otra natural.

Calzado. Calzado cómodo, pero con protección para roca. El camino por el macizo de Itzina está lleno de rocas y piedras de todos los tamaños. Con tiempo húmedo extremar las precauciones.

Dificultad. Salvo por la búsqueda del sendero, tras el refugio en Arraba, la ruta no entraña más dificultad.

El camino, que no tiene ninguna pérdida, desemboca justo tras el último repecho, en las campas de Arraba, que en realidad es una extensa pradera en la que pastan gran número de ovejas, vacas y yeguas. Las vistas que podemos disfrutar desde este paraje son realmente impresionantes. Una vez llegados a las campas, a 1.066 metros, nos guiarán dos hileras de abedules que fueron plantadas para evitar extravíos. Si las seguimos, un sendero a la izquierda nos lleva al refugio de la Federación Vizcaina de Montaña. Antes justo, en la loma donde se sitúa un higrómetro, existe un curioso circuito de piedras llamado laberinto de los siete senderos. Es un petroglifo con una curiosa historia que merece la pena recorrer.

El karst

Dejando atrás el refugio, donde podemos descansar, enseguida nos topamos con Kargaleku; es la entrada natural al karst de Itzina. Es aquí donde llevar bien el track de la ruta nos ayuda, porque el sendero se pierde y tras atravesar un muro de piedras puede ser que quedemos algo desorientados. Realmente con fijarse un poco vemos aparecer otras piedras que nos devuelven a la senda correcta. Se trata de los Cairns, túmulos compuestos de pequeñas piedras sueltas con forma cónica. En la cultura Inca, a estos montículos los llamaban Apachetas, y eran colocadas para medir distancias, marcar o separar regiones. En nuestro caso en la montaña marcan el camino a seguir y también que tenemos alguna cima cerca.

Llegando a Superlegor Gonzalo Pérez Zunzunegui

Una vez situados en ruta no tenemos más que seguirla bien por la senda marcada o enlazando uno tras otro los Cairns que van apareciendo delante de nuestros ojos. Así pasamos por una borda, con una fuente cercana y sobre todo por la sima de Lezabatz, de unos 40 metros de profundidad. Durante todo el recorrido vamos admirando el espectacular entorno de Itzina, donde en caso de niebla es recomendable no salir de la senda marcada por el riesgo a desorientarse.

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Un rato más tarde llegamos a uno de los pocos cruces. El camino de regreso está a la derecha, pero antes tomamos la izquierda para visitar dos cuevas, Itxulegor y sobre todo la grandiosa Superlegor. Tan solo la boca de entrada es ya descomunal. Si hemos sido previsores y portamos un frontal incluso tenemos la posibilidad de entrar dentro de ella unos cientos de metros y merodear por una de las moradas de la diosa Mari.

Pasamos de la luz a la oscuridad Gonzalo Pérez Zunzunegui

El ojo de Atxulo

Desandamos nuestros pasos hasta el cruce y ahora sí llega, además de todo lo anterior, otro plato fuerte de la ruta de hoy. Se trata de un orificio natural por el que una senda nos lleva fuera del interior del universo kárstico de Itxina, atravesando la inexpugnable muralla de piedra caliza que lo flanquea. El nombre genuino de ese paso es Atxulo y no Atxulaur como tantas y tantas veces escuchamos. Atxulaur realmente hace referencia a la ladera que se sitúa delante del ojo.

Ekhi a la salida de Atxulo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Por ella descendemos hasta una valla que cruzamos y nos conduce a una pista que seguiremos hasta un merendero. Por medio atravesamos un precioso pinar y varias pasarelas de madera que vadean pequeños arroyos. Todo ello en un continuo descenso. Una vez sobrepasado el merendero nos espera el aparcamiento y un trago de agua reconfortante de la fuente de Pagomakurre.

Vistas a la salida de Atxulo Gonzalo Pérez Zunzunegui

En definitiva, una ruta sencilla con un poco de todo, laberintos de piedra, pasos naturales en la roca, terreno abierto, terreno kárstico, bosques frondosos y, como siempre, algo de magia que rodea a Itzina.

PLANES ALTERNATIVOS  

A continuación, damos un par de opciones extras con las que completar nuestra jornada de monte:

·       Visita guiada por el valle de Arratia: Ahondaremos en la arquitectura medieval y rural del Valle de Arratia. En Artea, cuyo nombre antiguo es “castillo de Elejabeitia”, que surgió de la unión de dos parroquias, Castillo y Elejabeitia. Después de conocer la curiosa iglesia de Elexabeitia nos dirigiremos a Areatza. Allí descubriremos una villa medieval: por qué surgieron, qué tipo de construcciones realizaban y cómo vivían. Palacios barrocos, casas urbanas medievales o la iglesia de San Bartolomé serán algunas de las paradas. Finalmente, en Zeanuri veremos unos ejemplos del elemento más importante de la arquitectura rural: los caseríos. Además, las casas torre, palacios y caseríos se funden en un singular entorno en el que la piedra hace que los rincones más sombríos de este pequeño lugar sean muy atractivos. Mas info en la Web del ayuntamiento de Areatza.

·        Visita al museo etnográfico de Orozko: conocido también como “Orozkoko Museoa”, está ubicado en la Casa Palacio Legorburu. un edificio del siglo XVIII de carácter señorial, más conocido como Casa Kareaga. Lo encontrarás en la plaza principal de Orozko, a tan solo unos metros del ayuntamiento. Si nos interesan las tradiciones y la cultura vasca aquí descubriremos cómo eran nuestros antepasados, y cuáles eran sus tradiciones y peculiaridades. Es un museo interactivo y participativo donde los niños pueden aprender mientras se divierten con medios audiovisuales o juegan con maquetas. Es un museo que impulsa la participación continúa del visitante, por lo que resulta un museo ideal para ir con niños. Mas info en https://www.orozkomuseoa.eus/

Tenemos muchas poblaciones como Areatza, Artea, Zeanuri u Orozko donde poder disfrutar de la tradicional gastronomía vasca y reponer fuerzas.

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