Cualquiera que conviva con gatos lo sabe y los adictos a los vídeos de las redes sociales lo disfrutan. La relación de los gatos con las cajas de cartón son tan instantáneas que no dejan de fascinarnos. ¿Qué tienen estos sencillos contenedores para que los gatos se apoderen de ellos? Y no solo los domésticos. Circulan por la red vídeos de leones y tigres jugando con cajas y acomodándose dentro y su comportamiento es prácticamente idéntico al de cualquiera de nuestros gatos domésticos.

Y esto, ¿por que es así? La respuesta está en su psicología y en los beneficios instintivos que encuentran en ellas. Los gatos ven en ellas la manera de cubrir tres necesidades que, en sus tiempos de vida silvestre les ayudaban a sobrevivir en la naturaleza. Y no podemos olvidar que llevan relativamente poco tiempo conviviendo en los hogares humanos como animales domésticos o de compañía, especialmente si los comparamos con los perros, y aún mantienen muchas actitudes atávicas.

Tres son las principales: son un buen escondite, son un lugar desde el que acechar y son un refugio en caso de necesidad.

Como escondite resultan un espacio cerrado con una sola entrada fácilmente vigilable y cualquier amenaza potencial es rápidamente detectada. No hay que olvidar, que los gatos son cazadores-depredadores, pero su tamaño también los convierte en posibles presas y esto no lo han olvidado, por lo que les da más seguridad como madriguera una caja con un solo acceso que una cama abierta por todos lados frente a hipotéticos enemigos.

Las cajas de cartón resultan de lo más confortable para los gatos. Freepik

A los gatos les gusta vigilar su entorno, acechar sin que les vean, de ahí parte de su tendencia a subirse a un alto donde poder observar sin que les vean. Y una caja también les da esta opción, mantenerse oculto mientras esperan que pase la presa que quieren cazar, la hembra que buscan seducir o el competidor que invade su territorio. Y en una casa, su territorio, puede que haya convivientes que deban ser vigilados.

Cuando las cosas se ponen algo estresantes para un gato, este no dudará en buscar un rincón tranquilo en el que refugiarse hasta comprobar que las cosas siguen bien, que todo sigue seguro. Un experimento de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, liderado por la investigadora Claudia Vinke, comprobó que los gatos abandonados recién llegados a un refugio que contaban en su jaula con una caja de cartón se adaptaban antes y mejor que aquellos que no la tenían. Se demostró que las cajas les servían de refugio para aislarse de situaciones estresantes.

En definitiva, una caja es un refugio que le da la seguridad suficiente para enfrentarse a su día a día.

Pero, ¿por qué de cartón?

Para todo esto, desde nuestro punto de vista humano, cualquier caja o cueva de plástico o de tela puede servir, por lo que llama la atención su preferencia por el cartón. La respuesta parece estar en las propiedades del cartón. De entada es un buen aislante del entorno, retiene el calor que emana el propio felino para poder ser un refugio agradable, y que en verano no se comporta como lo hace una tela. Incluso cuando la caja parece más pequeña de lo que puede necesitar, más cómodo parece encontrarse, ya que se acurruca y enseguida alcanza la placentera temperatura que necesita para descansar, entre 30 y 36º.

Pero tiene otra ventaja añadida, sirve de excelente superficie para rascar y afilarse la uñas. De esta manera se convierte en un excelente juguetes que puede arañar, morder y romper de manera palcentera en su momentos de aburrimiento o estrés.

Por todo esto, una caja de cartón es el mejor regalo que podemos hacerles a nuestros gatos y con un poco de maña en labores de bricolaje podemos convertirlas en útiles y graciosas casas gatunas. Eso sí, tenemos que acordarnos de quitar las grapas que pueda tener y la cinta adhesiva plastica para evitar que se la coma si la muerde.