Poder trabajar en lo que uno desea es algo que todo el mundo anhela. Este, por el momento, es el caso de la vitoriana Leire Iparraguirre. Emprendedora, residente en Santa Cruz de Campezo, comenzó con su proyecto personal en el año 2022. Este reúne en su haber tres facetas diferentes pero conectadas entre ellas. 

Por un lado, se encuentra su estudio de ilustración y diseño, donde Iparraguirre trabaja como ilustradora, realizando dibujos para libros de adultos e infantiles, campañas publicitarias, carteles y murales. La segunda parte del proyecto corresponde a una tienda dedicada a la librería y a la papelería. En el local comercializa láminas y reproducciones de los dibujos creados por ella, pero también pone al servicio de la clientela objetos relacionados con la papelería, librería, fotocopistería y juguetería.

El objetivo de la alavesa con esta segunda parte del proyecto es popularizar y acercar sus creaciones a la población y a los visitantes del municipio. 

El tercer eslabón que compone la cadena corresponde a la vivienda de uso turístico. Aquí ofrece un servicio de alojamiento, siendo este un apartamento para tres personas. La ilustradora relata que la vivienda mezcla un estilo moderno con elementos del pasado “de nuestras abuelas”. Sumado a esto, las personas que se alojan sirven como escaparate de una parte de sus ilustraciones.

La vivienda, el núcleo económico

Cabe destacar que las tres actividades económicas, las cuales tienen en común la ilustración, se realizan en la propia vivienda. En la planta baja se sitúan tanto el estudio de diseño como la tienda, mientras que en la superior, se encuentra la morada turística. 

“Mis metas estaban puestas en trabajar y poder desarrollar mis inquietudes artísticas”

Leire Iparraguirre - Ilustradora y emprendedora

Vivir por y para la ilustración ha sido una de las metas que se ha propuesto la alavesa, pero no ha sido hasta el año 2022 cuando por fin ha conseguido materializar y convertir en realidad aquello que en un momento parecía ficción. “He trabajado en otros sectores que no estaban relacionados con el mundo de la ilustración, pero mis metas estaban puestas en trabajar y poder desarrollar mis inquietudes artísticas como ilustradora. Ese siempre ha sido mi sueño”, relataba la emprendedora.

Sus obras tienen un sello característico, estando estas relacionadas con la naturaleza y con los seres humanos. “Siempre me han atraído las formas y colores de los elementos de la naturaleza; sus plantas, flores, árboles… Creo que tienen mucha relación con nuestros sentimientos. En la Montaña Alavesa tenemos una flora y fauna privilegiada, y viviendo en Kanpezu, he centrado algunos de mis trabajos en representar nuestra riqueza”. De esta forma relata Iparraguirre cuál es la esencia de sus obras.  

Entre lápices y plumillas

Estampar dichos elementos es una labor que difícilmente se pueda realizar de un día para otro. La emprendedora explica que hacer una ilustración le lleva un tiempo estimado de una semana. Los materiales que generalmente utiliza son los lápices y las plumillas, pudiendo estos hacerla “disfrutar del proceso, desconectar y soñar despierta”.

Tras llevar un año compaginando los tres trabajos, Iparraguirre considera que esta primera experiencia ha sido muy positiva, fundamentalmente en el apartado del aprendizaje.