Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.

“Para las personas usuarias de nuestra residencia resulta muy beneficioso mantener este contacto con su entorno, despertar en ellos y ellas diferentes intereses culturales. Es acercarles la cultura de nuestra ciudad a su casa”, explica Kontxi Barriga Rocha, del departamento de Animación Sociocultural de Albertia Centros Gerontológicos.

“Para el Conservatorio Municipal de Danza resulta una experiencia muy gratificante la colaboración con la residencia Albertia; es necesario crear espacios de danza fuera del ámbito tradicional y más interesante aún crear acciones intergeneracionales, donde el alumnado del Uruñuela comparte, interacciona y crea una improvisación con las personas mayores”, añade por su parte la directora del centro municipal, Ainhoa Arenaza.

Un variado programa

A media tarde, las instalaciones ubicadas en Vicente Goikoetxea se convirtieron en teatro, en un escenario en el que se ofrecieron diferentes coreografías y propuestas, contando con el alumnado que está realizando Enseñanzas Profesionales. Se empezó con un ejercicio de barra de la mano de una docena de bailarinas de entre 12 y 13 años, coordinadas por Elena Llanos.

A partir de ahí, se ofrecieron coreografías de Arantzazu Susunaga, Elvira Illana y Xabier Nogales, contando con intérpretes a partir de 13 años. En este programa variado también se llevó a cabo una pieza creada para interactuar con las personas mayores de la residencia.

“Estos eventos especiales nos da como resultado un maravillo intercambio intergeneracional que enriquece a ambas partes. Favorece notablemente el ocio y la socialización con el resto de las personas. Es importantísimo para el estado de ánimo de los mayores. Con ello, ofrecemos un entretenimiento que emociona y divierte a las personas residentes”, apunta Barriga Rocha.

No es la primera vez, eso sí, que el conservatorio desarrolla actuaciones especiales en residencias, toda una experiencia para quienes se están formando entre las aulas del espacio ubicado en la plaza de las Provincias Vascongadas.