Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
En imágenes: un escenario especial para bailar
Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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Josu Chavarri
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Josu Chavarri
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Josu Chavarri
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Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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Josu Chavarri
Un día se puede estar actuando en el Teatro Alexandrinsky de San Petersburgo. Otro, como pasó hace pocas jornadas, en el auditorio Txema Blasco de Dulantzi. O, como sucederá la próxima semana, en la Plaza de la Provincia de Gasteiz. En cualquier escenario hay que estar a la altura. Lo saben bien en el Conservatorio Municipal de Danza José Uruñuela. Hay lugares que, eso sí, son especiales por diferentes motivos. Un claro ejemplo es el que ha vivido el alumnado del centro en la residencia Albertia Centro.
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