Kotsar recibe un tapón de Poirier. El estonio coge el rebote y trata de anotar tras un reservo instantes después. Imposible. Agua en la segunda oportunidad. La intimidación del interior galo surte efecto una vez más.

Balón para el Real Madrid que aprovecha su superioridad física para anotar con el pívot blanco dos nuevos puntos cerca del aro tras un letal contragolpe.

Superioridad en ambos lados de la cancha. La historia de toda la velada. Así se pudo ver en la siguiente acción. Chiozza se dirige solo hacia canasta pero no se atreve a finalizar la bandeja ante la intimidación de Poirier. Un muro demasiado grande. Insuperable. Vuelta a empezar y balón perdido. Otra oportunidad de anotar al limbo.

También en la que llegó a continuación, de nuevo con Kotsar con protagonista. El interior baskonista ni se atrevió a probar fortuna ante la imponente defensa del jugador francés. Otro ataque por el sumidero. Demasiados.

Empequeñecidos

La velada fue un suplicio. La superioridad del Real Madrid empequeñeció al Baskonia hasta límites insospechados. La escuadra blanca movía el balón con rapidez, aprovechaba su superioridad en la zona para meter el balón a Tavares y este, tras recibir la ayuda de varios jugadores azulgranas, repartía el balón a los tiradores blancos para que anotaran con facilidad al no tener oposición.

Los porcentajes de aciertos así lo confirman. Los de Chus Mateo, que empezaron anotando sus cuatro primeros lanzamientos de cinco intentos (80%), acabaron con un más que notable 42,4% (14/33) por un discreto 29% del Baskonia (12/41). No estuvieron finos los tiradores de Ivanovic en el Wizink Center.

Buena prueba de ello es lo sucedido con un Markus Howard que estuvo muy bien defendido y se quedó en un 33% (3/9). El mejor baskonista en este aspecto fue un Rogkavopoulos que está aprovechando la baja de Moneke, cada día va a más y acabó con un notable 4/9 (44,4%). Fue el único con un porcentaje notable. 

Día errático de tres

El resto no tuvo su día, en especial Dani Díez, que falló sus cuatro intentos. Tadas erró tres, mientras que Costello con un 28% (2/7) estuvo por debajo de lo esperado, ya que era el jugador llamado a abrir el campo con su buena mano desde el arco.

Ni la igualdad que tuvo en porcentaje en tiros de dos permitió al Baskonia estar cerca del Real Madrid. En lanzamientos de dos, la escuadra de Chus Mateo aprovechó su superioridad en la pintura para firmar unos porcentajes más que brillantes cercanos al 60% tras anotar 20/34 lanzamientos (58,8%).

El cuadro vitoriano lo mejoró ligeramente tras acabar con un 61,5%, eso sí tras lanzar ocho veces menos a canasta (26) y anotar cuatro canastas menos (16). 

Demasiadas pérdidas

De nada vale tener mejores porcentajes si al final acabas metiendo menos canastas, fruto de un menor número de posesiones. En este aspecto fueron claves las pérdidas cometidas por el conjunto azulgrana, que esta vez sí que fue capaz de igualar el rebote al coger 39 rechaces por 37 del Real Madrid.

Sin embargo, la tropa de Ivanovic volvió a regalar demasiados balones –12–, por solo 7 el conjunto blanco. Concesiones que permitieron al Real Madrid muchas canastas fáciles. Todo lo contrario de lo que le sucedió al Baskonia. Un mundo le costaba conseguir dos puntos. 

A todo ello hay que sumar las que consiguieron sus dos colosos cerca del aro. Tavares –8 puntos y 7 rebotes– y Poirier –10 y 7 rebotes– provocaron una auténtica escabechina. Fueron los pilares de una muralla con la que se tropezó el Baskonia.