El baskonista Dani Díez reconoció en su comparecencia ante los medios de comunicación esta mañana que caer en los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Joventut ha supuesto un duro golpe para el vestuario. “Estamos muy tristes, es la verdad. Fue una decepción grande no estar a la altura de las circunstancias, hacer un muy mal tercer cuarto y luego colapsar. Creo que tuvimos todos un bloqueo mental, ya que el partido no estaba tan en contra y hemos remontado otros duelos más difíciles que el de Badalona esta temporada. Nos superó la situación”, argumentó. 

Al alero madrileño le cuesta encontrar una explicación a lo que sucedió en la Copa del Rey, ya que no entiende “por qué se jugó tan mal se cometieron tantos errores seguidos”. En cualquier caso, no queda más remedio que dejar atrás lo sucedido y pensar en los próximos retos: “Esto es baloncesto, el rival también juega y en la Copa puede pasar cualquier cosa. El Joventut lo mereció y nosotros tenemos que seguir. Vimos el vídeo del partido el lunes y hemos analizado todos los errores para intentar que no vuelvan a ocurrir y compitamos, que es lo que se nos pide”. Díez admite que el apretado calendario “puede haber pasado factura a los equipos de Euroliga”, pero prefiere “no buscar excusas” y darle la enhorabuena al rival.

Ninguno hemos entendido bien lo que es una Copa del Rey y la exigencia que conlleva jugarla, pero no nos vamos a castigar más, hay que mirar hacia delante. Quedan dos competiciones muy bonitas como la ACB y la Euroliga para intentar seguir peleando por los objetivos, que los tenemos claros”, afirmó. En ese sentido, el próximo reto es la visita a la Virtus Bolonia el próximo viernes, un reto complicado, más aún teniendo en cuenta las dificultades que está teniendo el equipo esta temporada para ganar lejos del calor del Buesa Arena. “Es algo que llevamos hablando desde hace tiempo y que no logramos entender. Es verdad que con el apoyo de nuestra gente nos sentimos mucho más cómodos, pero si queremos ser sólidos y estar arriba en las dos competiciones tenemos que ganar fuera de casa. Tenemos mucha autocrítica y es algo en lo que tenemos que mejorar desde ya”, aseguró.

Rival exigente

En cuanto a la Virtus, Díez defendió que se trata de “un gran equipo y una cancha complicada” y que deberán “ver lo que se hizo bien en el partido de ida en el Buesa Arena para intentar repetir la victoria y dar un paso adelante de una vez fuera de casa”. Además, el madrileño es consciente de que ganar en Bolonia supondría una inyección de moral para la plantilla tras lo sucedido en Badalona. “Ojalá ganando este viernes el equipo se venga un poco más arriba y afronte lo que resta de temporada con una alegría”, dijo.

Para ello, deberán tratar al rival con máximo respeto y preparar bien el partido, ya que la Virtus seguro que lo hará. “A Scariolo yo lo conozco mucho y es un grandísimo entrenador que prepara los partidos muy bien tácticamente, así que hay que estar preparados para sus posibles trampas también”, elogió. Por último, admitió que "estar en el Top 8 de la Euroliga va a ser muy complicado con el calendario y los partidos fuera de casa que quedan", aunque se mantiene ambicioso. "Si queremos estar arriba y pelear por ese objetivo vamos a tener que jugar cada partido como si fuera una final e ir a por ello", sentenció.