El Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona ha citado como imputados a dos trabajadores de una empresa de construcción y de una empresa de riesgos laborales, y a un funcionario del Departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, en relación con un accidente de tráfico registrado en Bakaiku (Sakana) que se saldó con una mujer de 66 años, residente en Andoin (Álava) y que resultó herida muy grave.

La investigación llevada a cabo por la Policía Foral concluyó que en la producción del siniestro fue determinante que la señalización era “insuficiente” y contraria a la normativa en vigor instalada en las obras que se desarrollaban en el lugar.

La afectada, representada por el abogado Francisco Javier Moreno-Vidal, ha interpuesto una denuncia por los delitos de lesiones por imprudencia grave y contra la seguridad vial contra el jefe de la obra, contra el coordinador de seguridad de la obra y contra el director de la obra, que es jefe de la Sección Obras de Acondicionamiento del Gobierno de Navarra. Asimismo, dirige la denuncia contra la empresa encargada de los trabajos.

Infracción administrativa

El atestado confeccionado por los agentes del Cuerpo autonómico aprecia la comisión de una infracción administrativa por parte de la empresa adjudicataria de las obras que se llevaban a cabo en la Autovía de Sakana (A-10), en el tramo en el que se produjo la colisión frontal en la que resultó herida muy grave la mujer vecina de Andoin, además de tres heridas leves, ocurrido el 2 de septiembre de 2023.

Así, se considera que infringió el artículo 140 del Reglamento General de Circulación, que establece que “las obras que dificulten de cualquier modo la circulación vial deberán hallarse señalizadas, tanto de día como de noche, y balizadas luminosamente durante las horas nocturnas, o cuando las condiciones meteorológicas o ambientales lo exijan, a cargo del realizador de la obra, según la regulación básica establecida a estos fines por el Ministerio de Fomento”.

Señalizacion insuficiente

Según la Brigada de Atestados de la Policía Foral, la señalización dispuesta por la constructora era “insuficiente” y no cumplía con la normativa en vigor. “No entender la señalización, o no mantenerla en condiciones óptimas, puede tener consecuencias graves, como es el caso, de invasión del carril contrario y la posibilidad de producirse un choque frontal”, como el que tuvo lugar en Bakaiku.

Tras revisar los avisos relacionados con las obras del Ecoducto sobre el pk 22+000 de la autovía A-10 recibidos en el teléfono 112 en agosto, en todo el tramo de obras (entre los pk 18+000 y 23+500), la Policía Foral constató que se produjeron cinco avisos relacionados con conos en calzada, es decir, conos que fueron desplazados de su ubicación inicial y acabaron en la calzada. Asimismo, se produjeron dos circulaciones en sentido contrario por parte de un camión y de un coche debido a confusiones con la ordenación de la circulación, y un accidente sin heridos, al llevarse un coche parte de la señalización de obra.

Ocho incidentes previos

A juicio de la Policía Foral, esto “demuestra que, de forma previa al accidente muy grave ocurrido el 2 de septiembre, ya hubo al menos ocho incidentes relacionados con la señalización. Esto refuerza la idea que establece la norma de que los conos como balizamiento son más apropiados para carriles provisionales de corta duración y que requieren una atención permanente para evitar el desplazamiento por el viento o por los vehículos”.

Asimismo, aseguran que “demuestra que, las distintas ordenaciones establecidas en la obra, no eran suficientes, ya que al menos dos usuarios se vieron sorprendidos por situaciones de difícil comprensión y se crearon al menos dos circulaciones en sentido contrario, además de la del accidente que nos ocupa”.