Mentxu Andrés es una vecina de Vitoria que, desde hace ocho años, se encarga de alimentar a felinos muy cerca del antiguo centro penitenciario de Nanclares.

Cada jueves por la tarde y domingo por la mañana, su marido la acerca hasta la arboleda donde se encuentran los gatos para alimentarlos y cuidarlos. Un total de seis horas semanales es el tiempo que les dedica; una afición especial que lleva dentro desde “pequeñita”.

“Estuve una temporada larga sin poder darles de comer por motivos de salud”

Son cuatro las colonias que actualmente están en sus manos. Sin embargo, su estado de salud no le permite rendir al máximo. Mentxu padece fibromialgia, un trastorno crónico que causa dolores y un agotamiento profundo. Además, presenta un 38% de minusvalía.

Una afección que, en alguna que otra ocasión, le ha obligado a parar su actividad de cuidado relativa a estos animales.“Estuve una temporada larga sin poder darles de comer por motivos de salud”, señala en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

“Gasto mucho dinero en pienso, ocho sacos al mes"

Mentxu Andrés alimentándo a los gatos Pilar Barco

Además de los motivos ligados a la salud, destapa que, los costes que supone el cuidado de estos animales son considerables, puesto que todos corren de su cuenta. “Gasto mucho dinero en pienso, ocho sacos al mes. A eso hay que sumarle los botes de alimentos húmedos y las salchichas que incluyo, para que tengan proteína”, detalla. 

En busca de un relevo

"Cuando yo deje de ir, se van quedar totalmente desamparados. ¿Qué va a pasar con ellos"

“Soy consciente de que si empiezas una labor no puedes dejarla a medias”, expone. Es por ello que, ahora, la vecina busca un relevo en otras personas que sí que puedan mantener con vida a estos felinos.

Tengo claro que en algún momento voy a tener que parar, mi estabilidad física no es muy buena. Cuando yo deje de ir, se van quedar totalmente desamparados. ¿Qué va a pasar con ellos?”, se pregunta.

“Mi deseo es que el ayuntamiento se ponga en contacto conmigo”

Para ser precisos, Mentxu Andrés solicita traspasar sus acciones a una red de personas voluntarias que lleve a cabo el cuidado de estos animales. De hecho, este es uno de los puntos que recoge la firma del convenio (aprobado en sesión ordinaria de octubre de 2023) entre el Ayuntamiento de Iruña Oka y la asociación Gaden para la gestión de las colonias felinas en el municipio.

Más a detalle, el acuerdo señala que estas personas se encargarían de actividades relacionadas con la vigilancia del suministro de agua y alimentos, limpieza de areneros, captura y traslado al veterinario de los animales. “Mi deseo es que el ayuntamiento se ponga en contacto conmigo”, concreta.

‘La nevera’

"Tiraban basuras , eso era como un estercolero. Por eso empecé a alimentarlos”

Junto al antiguo depósito de hielo que se encontraba en la muralla del Casco Medieval de Gasteiz, nació hace quince años la conocida como la nevera. Un refugio para gatos creado por la asociación vecinal Casco Viejo Barrenkale de la que Mentxu formó parte.

Fui la pionera en poner ese refugio. Viví durante un tiempo en la parte vieja y veía a los gatos hambrientos y que nadie nos daba de comer. Tiraban basuras , eso era como un estercolero. Por eso empecé a alimentarlos”, relata.

Un gesto que se convirtió en rutina. Plato de poco gusto para el vecindario y los ecologistas. “No les gustaba que les echamos de comer. De hecho, muchas veces teníamos que entrar protegidos por agentes de Policía porque nos tiraban cosas”, recuerda.

La nevera albergó alrededor de 50 felinos durante los años que estuvo activo y “muy pocos voluntarios”. “Tuve que marcharme por mi salud, no sé qué hicieron con los gatos, todo se quedó en el aire”, lamenta.