El pescado es un alimento muy saludable y nunca puede faltar en una dieta equilibrada, sin embargo también tiene sus detractores, puesto que su consumo no está exento de peligros.

Por mucho que nos esforcemos en limpiarlo bien, es posible que se nos cuele alguna espina y termine clavada en la garganta o en algún lugar más inaccesible de nuestro aparato digestivo como el esófago.

Por esta razón, quizás por experiencias previas, muchas personas son reticentes a consumir pescado. Hay que tener especial cuidado con los niños y las personas mayores.

Si esto ocurre, los nervios y el dolor pueden llegar a bloquearnos. Es importante mantener la calma y conocer algunos remedios caseros con los que afrontar el problema en un primer momento. Si nada de ello funciona, deberemos acudir al médico para que sea él con los medios adecuados quien nos extraiga la espina antes de que podamos sufrir un daño mayor.

Algunos consejos que nos pueden servir son:

1- Tose con suavidad. Las contracciones y distensiones que causa la tos en la garganta unido a la corriente de aire que se genera en la exhalación pueden hacer que la espina salga. Hay que empezar tosiendo suave e ir incrementando la fuerza, pero si aumenta el dolor debemos dejar de toser.

2- Bebe un vaso de agua. Si la espina se encuentra en el sentido contrario al de la deglución, podría bastar para desatascarla con un vaso de agua (puedes añadirle un poco de sal para que resbale más). Si no resulta, no insistas.

3- Toma una cucharada de aceite de oliva. Basta probar con una cucharada para ver si resulta efectivo. Además, te ayudará a reducir las molestias y la inflamación antes y después de retirar la espina.

4- Toma alguna bebida carbonatada o agua con vinagre. Las bebidas carbonatadas provocan gases que ayudan a disolver la espina o a ablandarla. Lo mismo ocurre si diluyes dos cucharadas de vinagre, que es un ácido, en una taza de agua.

5- Haz gárgaras con agua, sal y limón. Si la espina está en la parte superior la molestia podría remitir haciendo gárgaras con agua, sal y limón. Además, contribuirán a limpiar la zona afectada.

6- Come plátano. La viscosidad de esta fruta y su consistencia pueden arrastrar la espina clavada en la garganta y una vez atrapada en la bola de plátano será conducida hacia el estómago.

7- Come miga de pan. Unta miga de pan de barra o de molde en agua o leche, escúrrela y forma una bola que puedas tragar, tampoco muy grande para que no te atragantes, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad. Esta masa debería arrastrar la espina hacia abajo.

8 - Come arroz blanco. Si hervimos un puñadito de arroz blanco y lo ingerimos sin agua, también ayudará a desprender la espina de nuestra garganta.

9- Come patata hervida. La patata hervida forma una masa densa que puede ayudar a empujar el pincho hacia el estómago.

10- Acude al médico. Estas propuestas pueden ser eficaces, pero si no consigues desclavar la espina acude al médico que él detectará la ubicación de la espina y te la retirará fácilmente con los instrumentos adecuados.

Si la espina se ha clavado en el esófago el dolor será muy intenso y tendrás muchos problemas para tragar. Debes acudir al médico para evitar una posible infección en la zona. En ocasiones, la espina desciende sin problemas, pero otras veces puede causarte un corte en el trayecto que se puede infectar y producir un absceso.

Debes acudir al médico si pasados unos minutos la espina sigue clavada. También debes estar alerta por si presentas alguno de estos síntomas: dificultad para respirar, dolor en el pecho o en el cuello, tos o vómitos con sangre, imposibilidad para ingerir líquidos o alimentos o inflamación en la zona.

El médico extraerá la espina con una pinza o si la zona es menos accesible será necesario hacer una endoscopia.