Todos los años cambiamos los relojes dos veces al año para adelantarlos o atrasarlos y adecuar así las manecillas a los horarios de verano o invierno.

La norma que obliga a este cambio, actualmente en revisión ya que hay varios países europeos que se están planteando su derogación, es la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo, de 19 de enero de 2001, relativa a las disposiciones sobre la hora de verano e invierno y que está publicada en el Boletín Oficial del Estado.

El cambio de hora siempre se realiza dos veces al año, en los meses de marzo y de octubre, concretamente los últimos domingos de los citados meses. Dependiendo de la época del año, la hora se adelanta o se retrasa 60 minutos.

Pese a ser un cambio que lleva ya varios años en vigor, aún son muchas las personas que ignoran con certeza cuándo hay que proceder al cambio y si se adelantan o se atrasan las manecillas del reloj. Dependiendo de la época del año, la hora se adelanta o se retrasa 60 minutos.

Este año, cambio de hora de marzo se producirá la madrugada del sábado 26 al domingo 27, cuando entraremos en el horario de verano. Los relojes tendrán que adelantarse una hora, es decir, a las 02.00 horas serán las 03.00 horas de la madrugada por lo que se dormirá una hora menos de lo normal.

Este cambio de horario se nota principalmente en que amanecerá y anochecerá una hora después, por lo que dispondremos de un mayor número de horas de sol por las tardes.

El horario de verano se aplicó por primera vez durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial, el 30 de abril de 1916 por Alemania, sus aliados y sus zonas ocupadas.

El Reino Unido, la mayor parte del resto de los Estados en guerra y muchos países neutrales europeos les siguieron. La URSS y otras pocas naciones esperaron al año siguiente, y los Estados Unidos no lo emplearon hasta 1918. Desde entonces se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones.

El cambio de hora llegó a España en 1940, cuando el dictador Francisco Franco decidió adelantar 60 minutos el horario español. Hasta ese momento los españoles habían vivido con el horario del meridiano de Greenwich (GMT+0), el de Reino Unido y Portugal.

En 2018, la Comisión Europea puso sobre la mesa la posibilidad de suprimir los cambios de horario y quedarse con una única hora durante todo el año, pero aún no se ha acordado una decisión consensuada entre los miembros de la UE.

Son muchos los expertos que ponen en duda los pretendidos ahorros energéticos que actualmente pueden suponer estos dos cambios al año y destacan la repercusión negativa, aunque no dañona, en la salud y la vida cotidiana de los ciudadanos.