Que Instagram tiene un problema con los pezones femeninos (no así con los masculinos, ni con los traseros) hasta tal punto de censurar las fotos en las que se muestran (da igual que sea un posado en la playa como una mujer amamantando a su bebé) es conocido públicamente. La última celebrity en quejarse de esa censura fue Madonna, en un post que logró un enorme alcance.
Pero la red social más de moda no sólo tiene un problema con las imágenes de pezones, sino con la propia palabra 'tetas'. Que se lo digan a Rigoberta Bandini. El alter ego de Paula Ribó, que lleva desde el inicio de la pandemia triunfando con canciones tan exitosas como Perra o In Spain we call it Soledad, ha presentado recientemente el tema Ay, mamá, con el que va a participar en el Festival de BenidormAy, mamá, en el que se decidirá quién representará a España en Eurovisión en Turín.
Pese al título, no es una canción dedicada a las madres, sino a las mujeres en general. La propia autora lo relató en un post. "Para mí esta canción trasciende la maternidad y habla de nuestro poder como mujeres. La escribí como un homenaje a la feminidad. Ocupar las calles con nuestros cuerpos sin que fueran censurados sería un gran avance. No olvidemos que a día de hoy esta querida red social todavía elimina los posts donde salen pechos femeninos".
Pues se ha topado con la censura pero no por una imagen, sino por una palabra. Y es que en la parte final del tema (minuto 2:19), Rigoberta Bandini canta la siguiente estrofa:
"No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas,sin ellas no habría humanidad ni habría belleza".
Instagram ha decidido que no puede permitir que salga sobreimpresionada la palabra 'tetas' cuando alguien decide acompañar su foto con un fragmento de la canción. En su lugar sale una 't' y cuatro asteriscos, no vaya a ser que alguien se ofenda, y la ofendida ha sido la propia artista, que ha subido una historia en esa red social tocándose una t*** y con el siguiente mensaje: "Censurar la palabra teta ya es lo último".
No ha sido la única ofendida. Instagram se ha llenado de publicaciones reivindicando la libertad de mostrar (y escribir) esa parte del cuerpo en apoyo a la cantante catalana y a tantos posts censurados.