Sálvame ha estado anunciando durante toda la tarde de este martes que iba a emitir un tráiler (vídeo adelanto) que iba a cambiar la historia. Al final, como se esperaba, el vídeo hacía referencia a la nueva docuserie que va a protagonizar Rocío Carrasco, en este caso centrada en su madre, Rocío Jurado.
El programa ha asegurado que todas las pertenencias íntimas de la fallecida cantante, más de 36 toneladas de material se encuentran almacenadas en 18 grandes contenedores en un almacén de Madrid, "aprovechando la oscuridad y la ausencia de paparazzis". Y que llevan ahí desde que se guardaron durante la noche del 14 de abril de 2008, casi dos años después de su muerte, con lo que han permanecido ocultas más de 13 años sin que nadie supiera de su existencia.
El director del programa, David Valldeperas, ha asegurado que el martes 14 de diciembre, todas esas pertenencias, que han estado guardadas herméticamente para preservar su contenido, serán trasladadas en tres enormes camiones en una “solemne y espectacular ceremonia” que será retransmitida en directo por la cadena a través de dos helicópteros y de conexiones en tierra. Un traslado que será supervisado en todo momento por Rocío Carrasco, la heredera universal, que desconoce lo que hay en esos contenedores, que serán desplazados 20 kilómetros hasta el lugar en el que se ha rodado la docuserie.
Desde Sálvame aseguran que “la otra herencia sale a la luz”, y afirman que entre ese material hay muebles, vajillas, esculturas, vestidos, fotografías, documentos (“alguno de ellos muy comprometedor”), cintas de vídeo, grabaciones inéditas e incluso la maqueta de un dueto que alguien censuró.
Ese día no habrá Sálvame y en su lugar se emitirá Sálvame El último viaje de Rocío, como han denominado a un programa especial en el que además del traslado de los contenedores habrá actuaciones en directo.
Tras la emisión de este avance, la periodista Beatriz Cortázar ha hablado con el viudo de Rocío Jurado, José Ortega Cano, que le ha asegurado que él no sabe nada de lo que hay en esos contenedores. El extorero afirma que al morir La más grande, y cuando le tocó abandonar la casa, sólo se llevó algo de ropa con sus manos y a sus hijos (Gloria Camila y José Fernando) y se marchó a vivir a su finca de Yerbabuena.