Los Estados miembros llegaron a un acuerdo para actualizar la evaluación de riesgos que sufren las abejas al estar en contacto con los pesticidas
La Unión Europea (UE) comenzó a moverse para frenar el grave declive de las abejas por la exposición a los pesticidas al avanzar hacia un objetivo común de protección de las colmenas.
Es por eso que los Estados miembros se han aproximado para permitir actualizar la evaluación de riesgos que sufren dichos insectos al estar en constante cercanía a los pesticidas.
La mayoría de los países de la UE apoyó que el nivel máximo permitido de reducción del tamaño de las colonias de abejas se sitúe en el 10%, es decir, muy superior a lo que estipula la normativa vigente.
A pesar de este acuerdo, países como Francia, Italia o Países Bajos quisieron ir más allá y fijar el límite al 7%.
Según Bruselas, el “apoyo claro a un objetivo ambicioso” para la protección de estos polinizadores permitirá “dejar atrás el punto muerto en las discusiones” y concentrar los esfuerzos en “lograr resultados”.
Con motivo del debate, la ONG BeeLife aseguró que “es un compromiso positivo pero mediocre”. Además pide a los países que reconsideren su posición y que atiendan al porcentaje más bajo propuesto en dichos encuentros.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las abejas polinizan 71 de las 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos del mundo.
Las normas de la UE
Según las normas europeas, los plaguicidas sólo pueden utilizarse en la agricultura si una evaluación de riesgos exhaustiva demuestra que su uso no dañará la salud humana o animal.
Además los niveles de riesgo actuales se basan en el documento de orientación sobre ecotoxicología terrestre, elaborado por la Comisión Europea en 2002.
En 2013, la EFSA adoptó y publicó un documento de orientación sobre la evaluación de riesgos de los productos fitosanitarios en las abejas. A pesar de esto, nunca se llegó a implementar por completo el proceso de aprobación regulatoria porque no un acuerdo común entre los Estados miembros.
Y es que fijar los niveles exactos de protección es una decisión política que corresponde a los gestores de riesgos.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria podrá actualmente finalizar la revisión del documento de orientación sobre las abejas.
Posterior a esto, un proyecto de Reglamento para aplicar ese documento se presentará al Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos.
Por último, el proyecto de Reglamento será objeto de escrutinio por parte del Parlamento y el Consejo antes de su adopción por la Comisión.