LA época invernal, en especial en momentos como estos en los que arrecia el temporal de nieve, pone de manifiesto la importancia de los recursos que permiten al coche seguir avanzando de forma precisa y segura. Frente a la solución tradicional de las cuatro ruedas motrices, Citroën propone el Grip Control, un sistema de gestión electrónica de la tracción delantera que, con el apoyo de neumáticos de invierno, optimiza la motricidad en condiciones de baja adherencia y propicia una desenvoltura comparable a la de los dispositivos 4x4. Es una alternativa casi tan eficaz y, lo que es mejor, bastante más asequible, que el C3 Aircross aprovecha a la perfección.
Grip Control es la denominación con la que el grupo francés PSA ha patentado su sistema de control inteligente de la tracción. Gracias a la electrónica, los modelos que instalan dicho dispositivo -está disponible en varios de todas sus marcas- optimizan su motricidad, alcanzando así una movilidad más que razonable sobre superficies deslizantes. Salvo en condiciones extremas, su rendimiento resulta equiparable al que procura un sistema 4x4 convencional, en especial cuando cuentan con la complicidad de unos neumáticos especiales de mayor agarre.
La gran ventaja de este recurso técnico, concebido para sacar de apuros al conductor medio, es que exige un desembolso más comedido. El Citroën C3 Aircross asocia el Grip Control al paquete de equipamiento Shine, que incluye también control electrónico de descenso de pendientes y llantas de aleación de 17 pulgadas. El precio conjunto asciende a 1.000 euros (hay una promoción en vigor que regala este pack en algunas versiones). Es una cantidad considerablemente inferior al sobreprecio que hay que apoquinar para adquirir las variantes de otros modelos provistas de tracción integral. No hay que olvidar, además, que disfrutar del plus de eficacia que procuran los sistemas 4x4 comporta pagar un mayor tributo económico debido al aumento del consumo y los costes de mantenimiento.
La misión del Grip Control consiste en intensificar la motricidad del vehículo, es decir, en lograr que sus ruedas delanteras traccionen de la mejor manera posible en cualquier superficie. Para alcanzar ese objetivo suele ir asociado a neumáticos M&S (siglas de Mud & Snow, barro y nieve en inglés), que favorecen la máxima adherencia en pisos delicados. La combinación permite a menudo prescindir de las engorrosas cadenas.
Es un dispositivo de funcionamiento complejo pero de sencillo uso, puesto que se acciona por medio de una ruleta ubicada en la consola central. Este mando giratorio, brinda a quien conduce la oportunidad de elegir, entre cinco diferentes, el modo de funcionamiento que considere idóneo a las condiciones del escenario por el que transita. La decisión determina las leyes que van a modular la transferencia del par motor, que es como decir la fuerza, a las ruedas de tracción; también las que dosifican la presión del freno. Dado que se trata de un sistema de los considerados inteligentes, si se busca una conducción relajada o no se posee un cierto nivel de experiencia o pericia, lo mejor es decantarse por el modo Standard; es ideal para carreteras limpias y está preparado para reaccionar en cuanto detecta riesgo de patinar.