Ahora que la mitad de la población se afana en perder una o dos tallas, Volkswagen (VW) pone en acción el T-Roc, la interpretación más ligera y comprimida de su línea SUV. El hermano pequeño de Touareg y Tiguan reproduce buena parte de las cualidades de ambos, trasladándolas a una escala bastante más reducida y manejable (mide 4,23 metros). Sus comedidas proporciones lo sitúan en el epicentro de la categoría, justo donde la oleada de propuestas crossover compactas libra ahora una dura batalla comercial. El T-Roc, que busca pelea con los rivales más refinados de la categoría, recibe un impecable legado tecnológico. Gracias al mismo ofrece contrastadas mecánicas diésel y gasolina entre 115 y 190 CV, tracción delantera e integral 4Motion, además de transmisiones manual y automática DSG. VW lo propone con tres definiciones de producto sucesivas y exige a cambio un desembolso entre 23.870 y 39.860 euros.

El nuevo aspirante está construido sobre la misma plataforma que sustenta al moderno Polo. En eso coincide con sus primos el SEAT Arona y el Audi Q2, productos con los que comparte abundantes ingredientes mecánicos, aunque no destino.

El plantel de versiones del recién llegado presenta media docena de motorizaciones, todas ellas conocidas por su contribución en modelos precedentes, si bien su comercialización no es simultánea. El menú completo contempla tres propulsores TSI de gasolina -tricilíndrico 1.0 de 115 CV, 1.5 de 150 y 2.0 de 190- y dos TDI a gasóleo: 1.6 con 115 CV y 2.0 de 150. De entrada, están disponibles las siguientes combinaciones: 1.0 TSI con caja manual, 2.0 TSI con DS7 (en el exclusivo acabado de lanzamiento Limited Edition) y 2.0 TDI con esa misma transmisión automática.

Los dos motores de menor potencia de cada combustible se distribuyen exclusivamente con caja de cambios manual de seis marchas y con tracción delantera. En cambio, en las motorizaciones intermedias existe la posibilidad de solicitar también transmisión automática DSG de siete relaciones, así como de elegir tracción delantera o total. Los motores más solventes se sirven en todos los casos de la caja automática para transmitir su energía a las cuatro ruedas. El sistema integral 4Motion que emplean es de los considerados inteligentes. En cuanto detecta pérdida de adherencia se conecta de forma automática, pasando de tracción delantera a 4x4. Además, el usuario puede seleccionar el modo de respuesta adecuado a la ruta entre los cuatro propuestos (Snow, Street, Offroad y Offroad Individual), que modulan varios parámetros de la conducción (acelerador, caja de cambios, tracción y dirección).

El T-Roc plantea tres definiciones de producto, además de otra lujosa y efímera de lanzamiento. El acabado inicial Advance incluye de serie recursos como el sistema de vigilancia Front Assist con función de frenada de emergencia en ciudad, sistema de detección de peatones, freno anticolisiones múltiples, asistente de aviso de cambio de carril, etc. La terminación Advance Style, que cuesta 600 euros más, sugiere carrocería bicolor, iluminación ambiental y un parachoques más deportivo. Ambas versiones incluyen llantas de aleación de 17 pulgadas, retrovisores plegables eléctricamente y App-Connect. Abonado otro suplemento de 1.200 euros, las variantes Sport’ incorporan luces LED, cuadro de instrumentos VW Digital Cockpit, sistema de infoentretenimiento con pantalla de cristal, diferentes modos de conducción, carga de smartphone por inducción, cámara de visión trasera y llantas de aleación oscurecidas de 17 pulgadas. Las dotaciones se pueden completar con cuatro paquetes de equipamiento adicionales.