madrid - Apaches es una serie que ha estado en la nevera de Antena 3 durante varias temporadas -aunque ya ha sido emitida por Netflix- pero, por fin, mañana se estrena en abierto. Eloy Azorín es uno de los actores protagonistas de una historia que tiene que ver mucho con la realidad del autor de la novela, que se sitúa en los años 90 en un barrio de Madrid. Sigue viendo Los Simpson, una animación que comenzó a disfrutar cuando era un niño y que le sigue gustando en estos momentos y, aunque no le gusta el género épico, el culebrón de Juego de Tronos también le ha enganchado.

¿Cómo ve a su personaje en ‘Apaches’?

-La serie narra una historia de familia y amistad. Dos amigos, Sastre y Miguel, dos chavales de barrio. Sastre soy yo, viene de una familia desestructurada y se acoge a la de Miguel. Este se va del barrio cuando se hace mayor y mi personaje se queda allí robando y dando palos con una banda que tiene.

¿Una amistad que se olvida?

-No. Cuando al padre de Miguel, que es joyero, le traicionan todos sus socios, este vuelve al barrio para ayudarle y, de alguna manera, vengarse. Para conseguirlo tiene que contar con su amigo de la infancia que es Sastre, quien se ha hecho más fuerte y tiene a sus colegas para poder defenderle.

Ha tenido suerte, ‘Apaches’ no va a coincidir con ‘Traición’, la serie que emite los martes Televisión Española.

-Eso decía mi padre. Por lo menos son días distintos, aunque hay tres años de diferencia entre una y otra. Será todo un poco marciano el verme con un aspecto en una serie y con otro diferente en la otra.

Personajes muy diferentes también.

-Sastre en Apaches es un personaje que no esconde nada, tiene valores muy sólidos, cree en la amistad, en la familia, en la lealtad al barrio y en su gente. Rafa, mi personaje en Traición, no sabes qué papel está jugando en ningún momento ni por donde va a salir.

Es uno de los actores de televisión con mayor visibilidad, al margen de esta coincidencia de series.

-No me quejo, trabajo de manera constante y tampoco estoy en una serie más de dos temporadas. Pero desde que acabé Apaches no he hecho en televisión más que un capítulo en La que se avecina y después Traición. A veces no es que estés constantemente trabajando, pero da la sensación de que estás mucho más presente.

Estrenamos año y la profesión suya ha vivido tiempos duros, ¿cree que la situación ha mejorado?

-Bueno. Va por rachas, la situación no es especialmente amable. Hay actores que trabajan mucho y otros están en oficios que no es el de la interpretación. Está todo muy descompensado.

Usted sabía lo que elegía, en su familia hay antecedentes artísticos.

-Sí, sabía lo que estaba haciendo, por eso deseo siempre que la situación vaya a mejor. Siempre he sabido que era una profesión difícil. A nivel individual no me puedo quejar, hablo en general de cómo vive la profesión el momento.

¿Tiene algún proyecto más entre manos?

-De televisión no. Me voy muy pronto a Argentina a rodar una webserie.

También ha probado el teatro.

-He hecho seis obras, la última estuve el año pasado con ella. Me gustaría hacer más, la verdad.

¿Es un medio que le atrae?

-Me pasa como en las series, depende de cómo sea la obra disfruto más o menos del medio. De todas formas, siempre disfruto con mi trabajo, lo elegí porque me daba la posibilidad de gozar con esta profesión. Incluso haciendo radio me lo he pasado pipa. Todo lo vas a disfrutar más si el proyecto que te toca te atrae. Puedo decir que en la mayoría de los casos que los proyectos me han gustado y los he disfrutado.

Comenzó muy joven en la profesión.

-Sí, ya llevo mucho tiempo como actor, creo que cuando hice mi primer trabajo tenía unos 17 años.

Su currículo indica que es en el cine donde más ha trabajado.

-Hasta hace un tiempo sí, pero en los últimos años me han salido más personajes en televisión.

Como actor no se ajusta a un género concreto.

-He hecho cosas muy diferentes. Como nunca he estado sujeto durante mucho tiempo a una serie, he tenido la oportunidad de hacer personajes muy dispares entre sí y en géneros totalmente opuestos.

¿Le gusta un género más que otro?

-Me gusta mucho la comedia, pero tampoco digo que no a un drama. Elegir es difícil en estos momentos.

Nada que ver la televisión ahora a la que usted probó en sus comienzos, pero ¿cómo ve la televisión? ¿Sigue utilizando la forma convencional?

-Fíjate, yo empecé cuando terminaba Farmacia de guardia. Las series han cambiado a mejor, ahora estamos en plena efervescencia de las nuevas plataformas. Ha cambiado la manera de ver la televisión. Yo trato de verla a través de plataformas o a la carta. Me gusta elegir el momento para ver la televisión.

¿Tiene alguna serie preferida a la hora de convertirse en espectador?

-Creo que la serie que más sigo viendo a día de hoy es Los Simpson. Da igual donde la pongan que yo la veo. Empecé a verla cuando tenía ocho años y he evolucionado con los personajes, teniendo en cuenta que ellos no han podido crecer.

¿Se identifica con alguno de ellos?

-Tanto como identificarme no sé. Me gusta mucho Ralph Viggum, es un poco lento a la hora de entender las cosas, pero las salidas que tiene son muy surrealistas.

¿Le gusta la animación o solo le gusta ‘Los Simpson’?

-Me gusta la animación, ahora hay otra ficción animada que se llama Rick and Morty, la emite Netflix, lleva solo tres temporadas y me parece muy interesante.

¿Qué opina de ‘Juego de Tronos’?

-La veo, la disfruto, la consumo y me lo paso bien. No he leído ninguno de los libros, a mí lo épico medieval nunca me ha interesado. Para mí la fantasía se acabó con Willow, una peli de los 80 que me gustaba mucho.

Pero ve ‘Juego de Tronos’

-Pienso que me enganché a ella por el efecto culebrón.

¿Consideraría a ‘Traición’ como un culebrón?

-Es un tipo de culebrón como los que veíamos antes, como Dinastía, Falcon Crest o Dallas.