Para muchos, profanos y entendidos, el Clase E siempre ha sido un coche para descubrirse. Ahora Mercedes-Benz les da la razón poniendo en la calle una exquisita ejecución Cabrio de esta berlina clásica. Como es habitual, la conversión dispara la capacidad de seducción de esta caprichosa versión convertible, que a cambio cede algo de practicidad. La nueva tentación, que da a elegir cuatro motores -diésel de 194 y 258 CV, gasolina de 245 y 333 CV-, se ofrece a partir de 60.425 euros.
La corriente de diseño cultivada hoy por Mercedes-Benz no hace sino realzar las cualidades de todo su reparto. El Clase E es uno de esos beneficiarios. Su plantel recibe ahora esta quinta declinación formal -se suma al sedan, al familiar Estate, al Coupé y al todocamino All Terrain-, sin duda una de las más fascinantes y minoritarias.
El E Cabrio coincide en estilo y proporciones con el E Coupé. Ambos miden lo mismo, 4,87 metros; son 12 centímetros más que en la generación anterior, casi todos los cuales se añaden entre ejes. La gran diferencia radica en que el primero sustituye el techo rígido del segundo por una capota textil con accionamiento eléctrico. Dicho cobertor, disponible en varias tonalidades (marrón oscuro, azul oscuro, rojo y negro), se repliega y se extiende en veinte segundos para resguardar las cuatro plazas de su cabina. La operación puede realizarse en movimiento, circulando por debajo de 50 km/h.
Una vez tendida, la capota de lona confiere al habitáculo un grado de hermetismo comparable al que brinda su hermano con carrocería cerrada. Cuando está desplegada, el maletero ofrece una capacidad de 385 litros y permite el acceso directo en marcha abatiendo alguno de los respaldos posteriores.
El descapotable dispone de serie del sistema paravientos Aircap. Consta de un módulo eléctrico de lamas discretamente integrado en el marco superior del parabrisas y de un deflector eléctrico ubicado tras los asientos traseros. Con solo pulsar un botón, su acción conjunta reduce las turbulencias de aire a bordo, también en las plazas traseras, haciendo más grata la conducción a cielo abierto. Además, el menú de opciones incluye calefacción integrada en los reposacabezas y tapicería de cuero que refleja la luz solar, complementos idóneos para quienes desean sacar partido del coche incluso en los días menos cálidos.
La interpretación convertible disfruta de todos los condimentos tecnológicos al servicio del Clase E. Dispone por tanto del tren de rodaje Agility Control, rebajado quince milímetros con respecto a la berlina y dotado de sistema de amortiguación variable en función de la amplitud. Propone como equipamiento voluntario la suspensión neumática, que permite ajustar su tacto. Se complementa con la amortiguación con regulación electrónica, que adapta la reacción de cada rueda a las condiciones de circulación. En cualquier caso, quien se sienta a los mandos tiene siempre la oportunidad de seleccionar con el mando Dynamic Select el tipo de respuesta a la conducción: Comfort, Eco, Sport, Sport+ e Individual.
Las completas dotaciones de serie contemplan el asistente de frenado activo, que reconoce vehículos y peatones. Advierte al conductor del riesgo de colisiones por alcance e incluso puede detener el coche de forma autónoma para evitar el accidente. Entre los recursos destacados figura el paquete de asistencia a la conducción con piloto automático de distancia Distronic y de dirección. Este equipo consigue mantener automáticamente la distancia de seguridad con un vehículo precedente en cualquier tipo de carretera. Por primera vez, puede seguirlo en un margen de velocidad de hasta 210 kilómetros por hora y ayudar al conductor a permanecer siempre dentro de su carril.