madrid - José Luis Losada, cocinero aficionado que llegó a Supervivientes de la mano de MasterChef, se ha convertido por decisión de la audiencia en ganador de la edición 2017, que se desarrolló hasta el jueves en Honduras, y de los 200.000 euros del premio.
En esta edición del programa de telerrealidad, que ha dado uno de sus mejores réditos de audiencia a Tele 5, quedaron atrás participantes como el humorista Bigote Arrocet, pareja de la periodista de María Teresa Campos y que sólo supo del ictus que había sufrido ella tras su expulsión, la cantante Leticia Sabater o Gloria Camila, hija de Ortega Cano.
Durante trece semanas los participantes se tuvieron que enfrentar en Honduras a la complicada convivencia entre desconocidos y a la falta de comida y de habilidades para conseguirla, aunque tanto en la pesca como en su preparación destacó el trabajo de José Luis Losada, al que muchos daban por favoritos en varias votaciones por Internet, también por su voluntad de seguir en el concurso tras sufrir un crónico nefrítico.
Otros en cambio le reprochan que no diese juego mediático, como sí hicieron las también finalistas Laura Matamoros y Alba Carrillo, más habituadas a exponerse ante las cámaras. Por el contrario, aportaron poco a las tareas de supervivencia y, como ellas mismas reconocieron con sorna, lograron pasar a la final pese a haber sido “unas vagas”.
Los cuatro finalistas llegaron a Tele 5 en un helicóptero vestidos igual que cuando dejaron la isla. Allí, antes de entrar al plató principal fueron pasando pruebas hasta quedar solo los dos finalistas. El primero en caer fue Iván, que no llegó a dar dos pasos más allá del helicóptero. Después fue la audiencia con sus votos la que decidió que Laura Matamoros fuera eliminada. En la votación final, ya con José Luis y Carrillo en el plató, el cocinero fue el ganador.
Los cuatro finalistas han superado un récord de permanencia al estar más de 90 días en el paraje hondureño, lo que se ha traducido en una notable pérdida de peso, entre otras secuelas y sufrimientos, que ha atraído a un promedio del 25,8% y 2.860.000 espectadores en las galas de la noche de los jueves, según datos de Tele 5. La gala final reunió casi 3,5 millones de espectadores.
La misma cadena presume del “amplio liderazgo en su franja de emisión los martes” de Supervivientes 2017: Tierra de Nadie (20,3% y 2.452.000 espectadores) y del 17,6% de cuota de pantalla y los 2,1 millones de espectadores de promedio de Supervivientes 2017: Conexión Honduras en la noche del domingo.
“sé todo lo que ha pasado” A pesar de ser la dulce noche del exparticipante de MasterChef, cada uno de los supervivientes aportaron su granito de arena.
Durante la velada el plató de Tele 5, Jorge Javier recibió a los dos participantes que se quedaron a las puertas de la gran final. Kiko Jiménez y Alejandro pudieron visitar el plató después de su regreso a España como exconcursantes del programa. La pareja de Gloria Camila fue el primero en aparecer en pantalla.
Dejando a un lado la emotiva bienvenida, Kiko Jiménez se encargó de contar un secreto al presentador: “Quiero ser sincero Jorge Javier. El equipo del programa es estupendo y se ha encargado de que no nos enteráramos de nada pero he de decir que Lucia Pariente se encargó de contármelo todo. Sé todo lo que ha pasado en el exterior”, expresó malhumorado el participante, que se quiso levantar a dar un abrazo a Bigote Arrocet por el mal trago que tuvo que pasar por la enfermedad de María Teresa Campos.
El expulsado fue enumerando una a una todas las noticias del exterior de las que se enteró durante los escasos días que pasó con la madre de Alba Carrillo. “Desequilibró mi concurso”, zanjó el concursante dejando retratada a la que en su momento fue fantasma del presente.
De la misma manera, estuvo pendiente de las declaraciones de Leticia Sabater a una revista, en las que afirmaba estar enamorada de él. El capítulo tendrá continuidad, pero Sabater comenzó a defenderse asegurando que sus afirmaciones estaban hechas desde el cariño
Antes de entrar al plató, Kiko recibió una dos sorpresas. Por un lado, Gloria le dio la bienvenida en Madrid, y, por otro lado, su perrito estaba esperándolo en la sala VIP. - DNA