Peugeot se ha vuelto perfeccionista y pasa revista al 308. El compacto comenzaba a acusar los cuatro años en activo y la competencia de los SUV, por lo que la marca francesa ha decidido someterlo a una renovación selectiva. De ella obtiene un plus de empaque gracias a un semblante más moderno y sugestivo. Consigue también un notable progreso técnico, puesto que recibe los últimos adelantos en materia de ayuda a la conducción y una gama motriz afinada para atenuar el impacto medioambiental. La nueva remesa del Peugeot 308 ya está a la venta desde 15.850 euros, 800 más si se elige carrocería familiar SW, aunque las primeras entregas se realizarán en setiembre.

La aparición de la primera edición del 308 supuso la constatación pública del salto de calidad experimentado por la firma. De hecho, buena parte del público que busca hoy un coche compacto de garantía considera al francés un rival natural del prestigiado Golf. Otro detalle que confirma el ascenso reputacional del 308 es que la mayoría de su clientela se decanta por las terminaciones más completas, sofisticadas y costosas. Así pues, el objetivo del restyling que protagoniza no es otro que afianzarlo definitivamente como uno de los paradigmas de su categoría.

Para lograrlo, Peugeot comienza por adecuar su imagen exterior a los tiempos que corren. A tal fin, lo adorna con un nuevo frontal, semejante al que lucen sus hermanos crossover. Incorpora un capó con líneas perfiladas que fluyen desde una elegante parrilla vertical, con marca y pespuntes interiores cromados, presidida por el emblema del león rampante. Escoltan dicha calandra unos grupos ópticos que integran la firma lumínica de luces LED y los proyectores, halógenos en los acabados sencillos y full LED en los tres superiores. El conjunto queda rematado por unos paragolpes también nuevos, con amplias tomas de refrigeración y faros antiniebla en sus flancos.

Los cambios a bordo son menos significativos. El innovador puesto de conducción i-Cockpit agrega una pantalla táctil capacitiva de última generación, que permite gestionar la climatización o el navegador 3D conectado y es compatible con todos los Smartphone.

Ayudas a la conducción Esta nueva generación de 308 tiene a su disposición la larga lista de recursos tecnológicos de asistencia a la conducción mostrados por el 3008 y el 5008. En esa relación figura el sistema de frenado autónomo con detección de distancia, que advierte al conductor del riesgo de colisión con un vehículo o un peatón; si quien va a los mandos no reacciona a tiempo, el dispositivo interviene para detener el coche, evitando o al menos mitigando el impacto. Por su parte, el sistema de alerta activa de cambio de carril corrige posibles desvíos involuntarios del volante y devuelve el coche a su trayectoria. Otra función permite calibrar el grado de atención de quien lo maneja para alertar en caso de distracción o signos de fatiga.

El 308 puede cambiar automáticamente las luces de carretera, de largas a cortas y viceversa, optimizando la visión sin deslumbrar. Una cámara situada en la parte superior del parabrisas reconoce y transmite al cuadro de instrumentos las señales de tráfico, por ejemplo los límites de velocidad, datos que se contrastan con los de la cartografía del navegador; el usuario tiene la opción de memorizar y aplicar dichos límites con el mando del limitador/regulador de velocidad. Este sistema trabaja con un radar delantero y permite mantener una velocidad fija o bien hacer que esta se adapte constantemente a la del vehículo precedente; si se topa con uno más lento espera a que se retire de delante para recuperar la velocidad prefijada. Se completa con un sistema activo de vigilancia del ángulo muerto, que avisa del riesgo potencial de colisión por la presencia de vehículos en las zonas sin visibilidad.

Por último, el 308 ofrece una cámara trasera con 180º de visión. Además, los sensores de ayuda al aparcamiento permiten confeccionar una imagen virtual del contorno del coche. Las unidades con el sistema Park Assist detectan huecos para estacionar y facilitan la maniobra ocupándose de manejar el volante.