MADRID - Tiene sentido del humor, es de verbo fácil, la herencia del clan Prats se asoma en él a la hora de hablar. La voz es idéntica a la de su padre, por teléfono les confunden. Matías Prats junior o Prats Chacón es un hombre sincero que dice haber empezado desde muy abajo en la radio pero “entiendo a quien me considere un enchufado. He de reconocer que he podido tener una mínima ventaja”.
A bote pronto, por la voz, pensaba que estaba hablando con su padre.
-Es evidente que algo se me ha pegado de él y es evidente también que me suma más que me resta. Contento de que en la voz tengamos algún rasgo similar.
Matías Prats padre en Antena 3, Matías Prats hijo en Telecinco; están ustedes en cadenas rivales.
-Hemos hecho bien, se podría malinterpretar si los dos estuviéramos en la misma empresa o en la misma cadena. Le veo y le sigo lo que hace en Antena 3.
¿Y él le ve y le sigue a usted?
-Sí, para corregirme y echarme alguna que otra bronca. Creo que hemos hecho bien en separarnos. A mí me hace mucha ilusión coincidir con él y creo que a él no le hace tanta ilusión coincidir conmigo. Llevo 10 años haciendo mi propio camino, no intento parecerme a él, sé que es difícil. Trato de labrarme mi propia carrera.
Al igual que su padre y su abuelo, es de verbo fácil.
-Ja, ja, ja? Estás diciendo de forma educada que somos muy habladores, tienes toda la razón. El abuelo era insuperable, era un tipo que delante de un micrófono se crecía, él se enrollaba más que mi padre y más que yo, pero podía hacerlo. Mi padre y yo intentamos ser breves y concisos, pero somos gente a la que le gusta hablar.
¿Siente nervios en el estómago cuando habla en público?
-En ninguna circunstancia siento nervios y es una gran ventaja. Les suelo decir a mis alumnos en la universidad: “Los nervios no ayudan, tenéis que dejarlos de lado”.
Es de los que no se queda sin palabras, ¿no?
-Ja, ja, ja? Lo puedes comprobar, no me ocurre. Es que de verdad, hablo mucho.
¿También cuenta chistes?
-No, esa habilidad se la reservo a mi padre. No sabes la gracia que tiene en reuniones familiares o con amigos. Alguno de los chistes que hace en la tele no es del todo bueno, incluso tirando a malillo; pero los que cuenta en el ámbito más cercano son buenísimos.
Le va a sentar mal eso de que cuenta “chistes malillos” en la tele.
-¡Qué va! Él tiene sentido del humor. Disfrutamos mucho con esa gracia natural que tiene.
Supongo que alguna vez habrá maldecido su nombre y apellido.
-Poco a poco me fui concienciando de que el apellido llamaba mucho la atención, que habría momentos en los que sentiría vergüenza, pero todo esto en el buen sentido. Siempre recuerdo cuando me examiné del carné de conducir y dijeron mi nombre en una sala abarrotada, se giró todo el mundo para comprobar si efectivamente era Matías Prats.
¿Y?
-Se encontraron conmigo que tenía 18 añitos y era un completo desconocido. Pero tengo una ventaja, mi abuelo y mi padre han sembrado respeto y cariño. Yo me aprovecho de lo que han hecho, me aprovecho de esa buena fama que han dejado.
¿Habrá Matías Prats cuatro?
-Lo tengo que pensar y, sobre todo, consultar con la persona que tenga algo que decir, la madre del chaval. Por un lado, me haría ilusión a mí y a mi padre también; pero por otro lado, pienso que somos un poco pesados. Puede que la cuarta saga de Matías Prats canse al espectador. Hay que pensar lo de ese nombre, al chaval le caería una mochila grande. Pero no descarto que haya una cuarta generación de Matías Prats.
Alguien podría hablar de enchufe en su caso.
-De hecho, se habla mucho de ello. Lo tengo tan asumido y estoy tan acostumbrado que ni pestañeo cuando lo oigo, pero lo entiendo.
¿No le molesta?
-No. Comprendo que puedan pensar: “A este chico le dieron la oportunidad antes que a mí, sin haber cosechado algún mérito”. Pues a lo mejor tienen razón, pero hay quien desconoce que yo empecé muy jovencito y en lo más bajo que se puede empezar; ni siquiera toqué el micrófono hasta los seis o más tarde. Creo que soy un tipo que tiene un apellido conocido pero que me lo he currado y ganado.
¿El apellido no cuenta?
-He compatibilizado, como muchos, trabajo y universidad; he hecho muchos esfuerzos. He tenido suerte porque me dieron esa primera oportunidad. A lo mejor sí influyó el apellido, entiendo que para el dueño de una emisora o de una televisión le llame la atención más un Matías Prats que un José Pérez. He de reconocer que he podido tener una mínima ventaja.
No hay muchos que reconozcan la ventaja de un apellido.
-Yo sí, pero también está la cara B, siempre me van a comparar con dos señores que lo han sido todo en periodismo y son maestros de muchos periodistas. Soy muy respetuoso con los que me llaman enchufado, sus motivos tendrán, y yo si estuviera en paro durante tres años y veo trabajando al hijo de un presentador famoso, a lo mejor me mosqueo también. Es lícito también ese mosqueo.
¿Le gustaría presentar un informativo?
-Estoy contento y cómodo en deportes de Telecinco. Me siento muy realizado, pero reconozco que me estoy formando y preparando por si algún día me llega la oportunidad de saltar a los informativos o a cualquier otra área. Estoy abierto a todo.