gasteiz - Aitaren etxea, la serie realizada por Pausoka y emitida por ETB-1 en 2015, estará a partir del próximo lunes en canal público griego ERT.

El euskera sonará en las pantallas de los espectadores helenos y tendrá subtítulos en griego. La historia les llevará a la Euskal Herria de los años 50, poco después de salir de una dura posguerra y en plena dictadura franquista.

Jabi Elortegi, director de esta ficción, mostró ayer su contento porque una serie realizada en Euskadi y hecha por la productora para la que trabaja haya dado un salto hasta Grecia: “Es verdad que estamos sorprendidos, pero gratamente sorprendidos. El primer lunes de junio los griegos podrán ver el primer capítulo”. Será un total de quince los episodios de una hora que situará a Euskadi en el mapa griego.

Vendida en Cannes El director de Aitaren etxea ha señalado que el canal público griego ERT adquirió la serie en la última feria audiovisual celebrada en Cannes: “Estamos muy contentos también por el idioma, porque el euskera se pasee por Europa, nos parece importante e interesante para todos los euskaldunes”.

La ficción, de solo una temporada, se emitió entre septiembre y diciembre del pasado años. Es una producción muy cuidada en la que se han tenido en cuenta todos los detalles que marcaron un estilo de vida y una época determinada. Muestra las consecuencia de una guerra entre amigos y vecinos. Centra el conflicto entre dos familias, los Egaña y los Celaya. Es un retrato de la sociedad vasca de 1957 a través de los amores de dos jóvenes que se enfrentan a las desavenencias que hay entre los miembros de estas dos familias.

Entre los actores destacan caras conocidas como Loreto Mauleón, Kandido Uranga, Félix Arkarazo, Nagore Aranburu o Josean Bengoetxea. Además, ha supuesto el estreno de Ander Azurmendi como actor principal. Mientras que los dos jóvenes enamorados intentan salvar los escollos que tienen en el camino, la serie narra la realidad desde el punto de la clase dominante, claramente franquista, y la de los perdedores: primeras huelgas, manifestaciones y la vida en un pueblo llamado Echegui.

La banda sonora fue compuesta por Fernando Velázquez, autor también de la música de Lo imposible, El orfanato y 8 apellidos vascos, entre otras, e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Euskadi.

La serie se grabó en escenarios naturales, uno de ellos un hotel de Zestoa que guarda todos los elementos que le acercan a los años finales de la década de los 50. La familia Celaya trata de mantener abierto su gran hotel mientras evitan meterse en problemas. Para ellos, que fueron parte del bando derrotado durante la Guerra Civil, la vida no es fácil. Frente a ellos, el alcalde Luis Egaña vive una vida acomodada. Socio de la gran empresa del pueblo y máximo regidor de la localidad, no hay nada que se escape a su control. Pero un hecho imprevisto altera la vida de las dos familias: los jóvenes Irene Egaña y Martín Celaya se han enamorado y están dispuestos a seguir adelante con su relación sin importarles lo que opinen los demás.

Para complicar aún más las cosas, varios trabajadores de la fábrica de Luis, entre ellos dos hermanos Celaya, organizan un pequeño grupo de jóvenes dispuestos a realizar acciones contra el poder. Una historia universal, estilo Romeo y Julieta y trufada de acontecimientos sociales de la época, que se ha plasmado en teatro, cine y televisión en multitud de ocasiones.

proceso Jabi Elortegi señala que los griegos se interesaron por la serie y que desde la productora se les mandó un tráiler, después un capítulo y cuando ya aceptaron definitivamente se tradujeron los guiones del euskera al castellanos para poder hacer los subtítulos en griego.

Según el director de la serie, ni la historia ni la falta de proximidad de los personajes es un handicap para los espectadores griegos: “Están muy acostumbrados a ver producciones extranjeras en el idioma original y con subtítulos”. La compra de esta serie por parte de una televisión europea supone para el mundo audiovisual vasco abrir una nueva puerta de explotación, tanto por la difusión como por la repercusión económica en un campo que tiene mucho que desarrollar. “Estamos encantados en la productora, ojalá se puedan hacer más ficciones de este tipo y puedan ser visibles fuera de Euskadi, es bueno para todos nosotros”.