Las incongruencias de que la campaña electoral esté acotada en unas fechas, son todos los actos que se celebran antes de que dé comienzo. Por ejemplo en Telecinco, Pedro Piqueras comienza mañana con Albert Rivera y 24 horas después el turno será para Pedro Sánchez el candidato del PSOE. El jueves 2 de junio será Pablo Iglesias, secretario general y también candidato de Unidos Podemos, el que visitará el programa de Piqueras. Como era de esperar, Mariano Rajoy juega una vez más con la incertidumbre y se oculta tras las estrategias de sus asesores. Entonces, Mariano no está pero se sí se le espera, hecho un mar de dudas como en cada cita electoral. Todos inundarán los medios antes de que dé comienzo la campaña a las 00.00 horas del viernes 10 de junio. Pero esta anticipación de la campaña en una televisión privada habla muy claro del poco peso que se le quiere dar a la televisión pública que tantos impuestos nos cuesta. Se ningunea a TVE en los debates aunque luego resulta que se controla e incluso censura sus informativos (esta misma semana TVE omitieron los pitidos que Rajoy recibió en Valencia). Encima de maltratar sus contenidos informativos cuidando la imagen del PP, desde este partido vuelven a despreciar su importancia de TVE en los debates electorales. Hay que preguntarse la razón por la que se sigue excluyendo a TVE del pastel publicitario que beneficia a los dos grandes grupo Atresmedia y Mediaset, es decir, los mismos grupos que se han beneficiado de las nuevas licencias de TDT. Una puesta esta de la TDT que se ha hecho a costa de otros técnicas como la televisión por cable, algo que supone un paradigma en la televisión mundial. Apoyo a las privadas desde lo público. ¿Dónde estará ahora el juez que le meta mano a todo esto? Espero que por lo menos ya haya comenzado a estudiar derecho y algo de telecomunicaciones, que no le vendrá nada mal.
