GASTEIZ - Euskal Telebista ofrecerá mañana a las 22.30 en su primer canal (y próximamente en el segundo) 40/24 Txiki eta Otaegiren ondarea, un documental de la productora Baleuko sobre los fusilamientos de Juan Paredes Txiki y Ángel Otaegi, conducido por el periodista Xabier Madariaga y con dirección de Ander Iriarte. Las ejecuciones de dos miembros de ETA y tres del FRAP fueron las últimas del franquismo y hoy se cumple su cuarenta aniversario. El documental analiza, entre otros aspectos, los motivos de los fusilamientos y las últimas horas de los condenados.

El director guipuzcoano Ander Iriarte, autor de Echevarriatik Etxeberriara, explica a DNA que el tema que aborda “no es sólo algo que pasó hace 40 años, sino que sigue vigente por dos causas: por un lado, las Naciones Unidas han dicho que la amnistía de 1977, sobre todo su segundo artículo, debería ser eliminado porque no permite que haya ninguna investigación respecto a cualquier crimen cometido en la época de Franco. El otro motivo por el que Txiki y Otaegi siguen presentes es parte de lo que se conoce ahora como el proceso argentino, en el que se intentan investigar los crímenes del franquismo bajo la idea de la Justicia universal. Estamos en un país en que se ensalza que hayamos tenido una especie de reconciliación nacional a base de no juzgar, incluso ese segundo artículo impide juzgar cualquier crimen de lesa humanidad, que es lo que fue la ejecución de Txiki y Otaegi. Se está denunciando que la amnistía no fue para sacar de la cárcel a los luchadores antifranquistas o miembros de ETA, sino para dotar de impunidad aquellos crímenes. No olvidemos que España es el único fascismo del mundo que no ha sido juzgado”.

En cuanto al título, 40/24, “viene porque en veinticuatro horas fueron capaces de enjuiciarlos y matarlos y han pasado cuarenta años”. Parte del trabajo de este joven de Oiartzun de 29 años se basa en la memoria histórica y ha investigado mucho sobre el conflicto vasco. Insiste en que la clave ha sido hablar con el proceso argentino, “porque partiendo de ahí encontramos a todas las partes implicadas. Quiero destacar a Carlos Slepoy y Ana Messuti, que nos ayudaron muchísimo. También hablamos con el donostiarra Manuel Blanco Chivite (condenado a muerte, pero cuya sentencia se conmutó a última hora) y con Josu Ibargutxi, portavoz de la plataforma Goldatu; con ellos empezamos a articular el guión. Otras partes eran obvias, los familiares directos. De Otaegi no queda ninguno. La familia y algunos amigos de Txiki han accedido a hablar”. El documental comienza con Luis Eduardo Aute, cuyo tema Al alba fue dedicado a las víctimas de estos fusilamientos pero consiguió burlar la censura al disfrazarla como una canción de amor.

Xabier Madariaga, corresponsal de la televisión pública vasca en París, explica a DNA que “nos hemos documentado con crónicas de radio de la época, reportajes de televisión sobre las impresionantes manifestaciones con ikurriñas que hubo en los Campos Elíseos y las protestas ante las embajadas. Esas protestas y las que hubo en otras ciudades europeas son las que obligaron a Franco a salir a la Plaza de Oriente. Hemos hecho entrevistas en Madrid y en Euskadi y para mí ha sido una gran experiencia porque es la primera vez que he hecho un formato de una hora, en lugar del minuto o minuto diez segundos de los informativos”. A este periodista bilbaÍno de 34 años la entrevista que más le ha gustado es la de Mikel, el hermano de Txiki (Juan Paredes Manot) “que no quiere seguir recordando, quiere ponerse en la actualidad. Lo que más sorprende es que el odio o el afán de justicia que sintió los primeros años se han transformado. Cuando le preguntamos qué diría ahora a los verdugos, que fueron voluntarios; responde que ya no tiene nada que decirles. Ha transformado aquellos sentimientos en algo para él mucho más enriquecedor que es ir por las ikastolas y escuelas contando lo que pasó. Me impresionó mucho”.

Como es lógico, Madariaga ya sabía que “el franquismo murió matando”, pero “escuchar en primera persona a gente como Magda Oranich, una de las abogadas de Txiki, y que te enseñe las balas del fusilamiento, impacta mucho”. ¿Y Txiki mató o no a aquel policía? “En todo caso qué más da”, nos dijo ella, aquello fue una farsa y hay que denunciarlo. Como abogada no le pregunté si lo hizo. Yo tenía que defenderle”. Otra entrevista que destaca es la de Doris Benegas, que es quien ha llegado más lejos en los tribunales con uno de los gallegos del FRAP. Te cuenta todas las respuestas que le han ido dando, primero el Tribunal Constitucional, después en Europa y también en Naciones Unidas... y se pregunta qué pasa: “¿Hasta la Constitución de 1978 no teníamos derechos humanos”, que es lo que le han venido a decir.