Iñigo Hermoso y Urtzi Urrutia disfrutan con la fama, les gusta que la gente les reconozca por la calle, son entusiastas de su trabajo en televisión y también de los que realizan en una correduría de seguros el primero y en una línea de autobuses el segundo. “El lunes, a las diez y media de la noche, estaremos en ETB-2, estaremos en Down-Town, un programa que nos gusta mucho, que lo hacemos nosotros y que queremos que lo vean en Euskadi, os esperamos”. No es una promo de Euskal Telebista, es su deseo porque quieren contar historias, muchas historias. Ambos tienen síndrome de Down, tienen una mirada distinta: mágica, desinhibida, transgresora y sienten una ilusión desbordante, gozan a tope con lo que hacen: “En este programa demostramos lo que valemos, y valemos mucho”, aseveran los dos, seguros del trabajo que han hecho.
Una mirada mágica Durante meses han estado grabando tres especiales que se verán a partir del lunes en semanas consecutivas, el 17 de agosto finalizará Down-Town con la repetición del programa piloto que se emitió hace un año y que sorprendió y emocionó a los espectadores de Euskal Telebista. Es una mirada diferente, una visión distinta de Euskal Herria y sus costumbres. Ellos han viajado en una furgoneta ambulante para ofrecer frescura, televisión en estado puro, sin guiones y con guiños entrañables. El menú que han preparado es especial y exquisito: Pasión por la música, Pasión por la gastronomía, Pasión por el deporte y Pasión por el fútbol.
John Andueza ha estado al frente de este equipo y señala su satisfacción por este programa: “Este trabajo es un sueño, quizá yo esté más sensibilizado porque tengo una hermana con síndrome de Down. Al margen de esta circunstancia personal, creo que este tipo de programas es el que puede definir a una televisión pública. Hemos disfrutado mucho con las grabaciones. Ellos lo han pasado muy bien. Son valientes, aquí no hay guion que valga, son ellos mismos, por eso es televisión en estado puro. Son divertidos y tienen muchas ganas de contar cosas, la televisión es contar historias, ésta es una de las de verdad, auténtica”, comenta a DNA el director del programa.
Iñigo y Urtzi están encantados en la rueda de prensa y quieren compartir a través de las entrevistas con los medios sus impresiones pero, sobre todo, sus reivindicaciones. Su intención es divertir, mostrar sus puntos de vista ante determinadas situaciones y también que cambiemos nuestros parámetros de lo que consideramos normalidad.
“Somos normales, quiero decir, Urtzi opina lo mismo, que el síndrome de Down no es un accidente, tampoco una enfermedad, tenemos un cromosoma más en el par 21. Sí, tenemos síndrome de Down: ¿y qué? Trabajamos, tenemos amigos, salimos, jugamos al fútbol? Hacemos lo que hace mucha gente y demostramos que valemos”, el discurso es de Iñigo Hermoso. Urtzi Urrutia, su compañero de fatigas televisivas, asiente y se muestra de acuerdo con sus palabras.
Hablemos de fútbol En lo que sí se diferencian los dos es en sus tendencias deportivas. Iñigo se entusiasma cuando se habla del Athletic y va más allá del mero aficionado: “Quiero ser presidente del Athletic, tengo un gran amigo en el club, Josu Urrutia, y sí el equipo me gusta mucho. El jueves voy a ver cómo juegan en San Mamés, lo harán bien”, señala convencido.
Mientras Iñigo exhibe sus preferencias rojiblancas, Urtzi muestra cuál es su color: “El blanco, a mí me gusta el Real Madrid, tiene los mejores jugadores. Yo juego en un equipo de fútbol sala, en el Uribe-Kosta, y soy delantero”. Ambos discrepan también en que a Iñigo le importa jugar con sus amigos, gane quien gane; a Urtzi le gusta el juego, pero le apasiona ganar: “Jugamos en una liguilla y tenemos que ganar”.
LA TELE COMO FUTURO En el programa han bogado, han hecho parapente, han montado a caballo, han cantado con Fito y se han hecho un selfie con él, han bromeado con Karlos Arguiñano, han cocinado: “Es que nos gusta hacer de todo. A mí me ha gustado mucho lo del parapente, hay que repetir eso, lo he pasado en grande”, dice Iñigo. Urtzi es imaginativo y mientras volaba “he soñado con dinosaurios, qué bonito me ha parecido”.
Si hablamos de sentimientos, Iñigo tiene novia, pero le gusta hablar poco de su vida privada y se emociona cuando habla de su familia, de sus hermanos, de su hermana que vive en Italia, de sus sobrinos, especialmente de Olivia, de la que es padrino. Urtzi es menos reservado a la hora de hablar de chicas, pero “no voy a decir nada ahora mismo, ya hablaré” y deja caer de refilón que le gustaría ir a Sálvame.
Y si hablamos de futuro, Urtzi lo tiene muy claro, también se lo ha hecho saber a Edu Barinaga, director de ETB, presente en la rueda de prensa. “Hay que pensar en el futuro, en el futuro nuestro en televisión”, dice Urtzi. Iñigo, más precavido, defiende el trabajo en cualquier sector. “Tenemos que trabajar, pero como tú también tienes que hacerlo. Somos normales en todo, en eso también, trabajar es lo que te hace sentirte bien”.