HYUNDAI continúa progresando en la dirección adecuada, rumbo que persigue la consolidación definitiva entre los fabricantes occidentales. Su último y decisivo paso adelante lo da a bordo del nuevo i20. La lúcida evolución de este proyecto de coche asequible y compacto (cuatro metros justos) da origen a uno de los productos más interesantes de su categoría; tanto que puede eclipsar a su hermano mayor, un i30 a punto de renovación. El i20 recurre a un diseño exterior sereno y refinado para captar la atención, la mantiene con una puesta en escena que sugiere calidad y busca la persuasión definitiva con una tarifa agresiva (arranca por debajo de 11.000 euros). Su gama de lanzamiento da a elegir motores diésel de 75 y 90 CV, así como unidades de gasolina con 85 y 100 CV.

El i20 es el tercer producto, tras ix35 e i10, de una remesa de veintidós novedades que el constructor surcoreano va a poner en el mercado antes de 2017. Es, como varios de sus antecesores un automóvil con apellido asiático, pero corazón y pasaporte europeos. Ha sido diseñado en el centro de estilo de la marca en Alemania y se produce en Turquía.

En la generación recién estrenada presenta una hechura completamente distinta. Es 4 centímetros más largo (4,03 metros), 2,4 más ancho (1,73 m.) y 1,6 más bajo (1,49 m.). La distancia entre ejes aumenta aun más que la longitud (gana 4,5 cm. para totalizar 2,57 m.). Este detalle resulta determinante, puesto que permite habilitar uno de los habitáculos más espaciosos de la categoría. El i20 es capaz de acomodar, en el pleno sentido del término, a cuatro adultos relativamente corpulentos (está homologado como cinco plazas), algo que no se puede decir de varios de sus rivales. El factor diferencial son unas plazas posteriores razonablemente cómodas debido al hueco que liberan para las piernas y al desahogo hasta el techo. El modelo brinda, además, uno de los mayores cofres de carga (326 litros) del llamado segmento B, solo superado por el Skoda Fabia.

Otro punto a favor del i20 es el interior. La cabina está presidida por un diseño y una ambientación más esmerados que antes, lo que transmite una indudable sensación de calidad. Destaca la combinación, en el salpicadero y las contrapuertas, de materiales plásticos de distinta textura, disponibles también en diferentes combinaciones cromáticas.

Hyundai equipa su creación con manga ancha. Jerarquiza las dotaciones de acuerdo a cuatro definiciones de producto escalonadas: ‘Essence’, ‘Klass’, ‘Tecno’ y ‘Style’. La más sencilla y asumible de ellas pertrecha al i20 con controles de estabilidad y tracción, aire acondicionado manual, seis airbags (de cortina y delanteros frontales y laterales), ABS con gestión electrónica de frenada, retrovisores exteriores eléctricos con calefacción, indicadores LED de dirección en los retrovisores, ordenador de viaje, elevalunas delanteros eléctricos, equipo de sonido, indicador de marcha idónea, etc. Las terminaciones superiores van acumulando sucesivas sofisticaciones: climatizador, llantas de aleación, sensor de aparcamiento, techo solar panorámico, sistema de alerta por cambio de carril, sensores de luces y limpiaparabrisas, iluminación diurna por LED, etc.

Así pues, la nueva edición del i20 es el trampolín adecuado para que la firma coreana de un salto cualitativo en su categoría. El modelo ataca con decisión y argumentos el segmento B, ese en el que compiten todos los fabricantes con populares coches de cuatro metros (Clio, Fiesta, 208, Ibiza?). Es una de las parcelas más importantes del mercado ya que recoge una de cada cuatro matriculaciones.

En ese disputado entorno, Hyundai juega la baza de una política comercial agresiva. Para ello atenúa la tarifa oficial del modelo, entre 14.750 y 20.450 euros, con descuentos de 3.000 y 3.500 euros, dependiendo de la versión. Además, si el cliente opta por financiar la operación con la casa, disfruta de otros mil euros adicionales de bonificación.