Madrid - Se considera divertida, atrevida y chistosa. Su repertorio de chistes es curioso pero parece que gusta a los espectadores y el programa ha celebrado su primer aniversario. Se han esforzado en llegar al límite para atraer espectadores, “pero es un programa blanco, muy blanco”, asegura la presentadora madrileña que levanta pasiones en la Red. Se apunta a un bombardeo y a todos los retos que le propongan los guionistas del programa.
¿De dónde saca ese repertorio de chistes?
-Ja, ja, ja... Me gustan desde que era pequeña y tengo muchos guardados; mi padre también era mucho de contar chistes y, luego, me he rodeado de gente muy graciosa y cómica.
¿Y se le ha pegado la gracia?
-Algo, supongo; lo que cuento son chistes que me prestan y a Miki Nadal no le dejo que cuente nada, que para eso estoy yo.
¿Lo que ocurre en ‘Zapeando’ es cuestión de guion?
-Sí, ¿por qué?
¿Nunca dice que no a las perrerías que le obligan a hacer?
-No. Soy una chica valiente, de retos, soy joven. De todas formas, si no lo hago ahora, ¿cuándo lo voy a hacer?
Que le echen de continuo vasos de agua a la camiseta ha dejado estupefactos a los espectadores...
-Me lo pusieron como reto al principio y dije: “Pero ¿cómo vamos a hacer esto?”. Luego me pusieron el vídeo de Jimmy Fallon...
Y se quedó tan contenta.
-Me pareció gracioso y dije que sí.
Hasta se atreve a cocinar en plató.
-Otro reto...
Es una mujer con muchos retos.
-Pues sí. Soy muy poco cocinillas, no me gusta nada. No le encuentro el sentido a cocinar, cuando tengo hambre es cuando quiero comer.
Perdone, pero es una contradicción. Si tiene hambre y no cocina, ¿qué come?
-Es que si me pongo a cocinar y tengo que estar dos horas para hacerme una tortilla de patatas, se me va el hambre y deja de apetecerme.
¿Se acuerda de ‘Sé lo que hicisteis’?
-Han pasado dos o tres años, ¡cómo no me voy a acordar! Fue mi primer programa. Me dieron muchos consejos, era una niña de 21 años que no sabía casi ni hablar, muy tímida.
¿Tímida usted?
-Bueno, tímida no. Pero estaba en la tele y tenía que hablar con Patricia Conde, Ángel Martín y Miki Nadal, para mí eran como dioses, estrellas de la televisión.
Ahora que lleva más tiempo, ¿son menos estrellas y menos dioses?
-Más que verles de esa forma, les veo como mis amigos. El callo te lo da el día a día, te vas haciendo una profesional por hacer mucha tele y seguir ahí.
Estudió usted dos carreras...
-Dirección de Empresas y Turismo.
¿De qué sirven en televisión?
-Ahora mismo, para nada. En mi vida personal sí, me llevo yo las cuentas, soy como mi propia gestora. Estudiar siempre viene bien.
¿No tiene miedo a que con todos esos experimentos que hace en el programa le encasillen?
-No. Todo lo que me proponen es distinto y si me encasillan en el papel de persona divertida y atrevida, yo encantadísima.
¿En el de frívola?
-Bueno, según quién, según cómo.
¿Es una de las chicas más sexys de la tele?
-Bueno, bueno, esas son palabras mayores.
Una revista la eligió como la mujer más sexy del mundo.
-Son puntos de vista muy subjetivos, a lo mejor a uno le parezco la mujer más sexy del mundo y a mí vecino no; para gustos los colores.
¿Piropos?
-Me encantan, siempre está muy bien que te digan que eres guapa.
¿Se lo cree?
-Ja, ja, ja... No lo sé, pero no me disgusta que me llamen guapa.
¿Liga usted mucho?
-Nada de nada, no ligo; seré la más deseada pero también la más sola.
¿Es exigente?
-Creo que no. A lo mejor es que les intimido.
¿Ve a Frank Blanco haciendo lo que usted hace?
-¿Posando sexy en revistas? Pues claro. Lo que pasa es que él no tiene la gracia que yo tengo.
¡Vaya! Así que le parece soso.
-No he dicho eso. Si le ponen a cocinar no tendría gracia porque sabe. La gracia que se puede sacar de todas estas cosas es que yo las hago mal.
¿Qué dicen en su casa cuando le ven posar tan sugerente en una revista?
-¿Mis padres? Me apoyan en todo. No enseño nada que no enseñe cuando voy a la piscina o voy a la playa, me da igual. Si no lo enseño ahora, ¿cuándo lo voy a enseñar, cuando tenga ochenta años?
Había pocas esperanzas de que ‘Zapeando’ durara un año.
-Casi ninguna. Una vez que empezamos a remontar, ya veíamos que podía durar no solo uno, muchos años.
En televisión es mucho decir, ¿no?
-Puede, pero te aseguro que el programa mil lo celebraremos.