aterriza en los concesionarios BMW una nueva generación del X6 que reafirma su condición de primoroso y minoritario crossover con silueta coupé. Leal a ese formato y al estilo de la marca, el modelo enfatiza sus facciones y renueva su configuración interior; de paso, perfecciona la gama motriz, integrada inicialmente por dos unidades diésel (258 y 381 CV) y una a gasolina (450 CV). Hacerse con un BMW X6 requiere desembolsar entre 74.400 y 105.900 euros.

La fórmula del X6 aprovecha buena parte de los ingredientes incluidos en la receta del X5 y los constriñe en un recipiente de zaga ligeramente achatada. Este rasgo genuinamente deportivo estiliza el conjunto que, no obstante, aún conserva una corpulencia apabullante (ocupa 4,91 metros de largo, 1,99 de ancho, 1,70 de alto y tiene 2,93 entre ejes). El contagio coupé es una concesión al estilo que cambia esbeltez por practicidad. El proyecto de gran crossover de lujo materializado en el X5 evoluciona para adaptarse a las demandas de ese escueto sector de público que prefiere una estampa dinámica y sugestiva a las potencialidades de un envase familiar.

La estampa del X6 se caracteriza por el progresivo declive de su techo a medida que se acerca a popa. Dicho diseño se cobre peaje mermando la capacidad, aunque menos de lo que parece. Aunque no alcanza el desahogo de la de su hermano con línea convencional, la cabina del SUV coupé acomoda perfectamente a cuatro adultos de buen año con equipaje. La entrega actual aumenta a 580 litros el volumen del maletero, que además incorpora apertura remota (por medio del mando a distancia o por el sensor de proximidad trasero).

La peculiar silueta de este insólito SUV -el único precedente es el SsangYong Actyon de la década anterior- no solo confiere encanto, también mejora su coeficiente aerodinámico. Para fomentarlo, BMW dota al X6 de ingeniosos recursos delante y detrás de los pasos de rueda anteriores para impedir el exceso de aire y las turbulencias. Son dos de las muchas innovaciones que embarca este modelo, pertrechado con todas las sofisticaciones tecnológicas imaginables a fin de garantizar precisión, seguridad y confort en cualquier circunstancia.

El X6 certifica prestaciones de primer orden asociando la efectividad de la tracción integral permanente XDrive con varias de las más solventes mecánicas de la casa. BMW asigna al catálogo inicial del modelo tres unidades, dos a gasóleo y otra a gasolina. Las tres incrementan su rendimiento respecto a la edición precedente, pero atenúan significativamente voracidad e impacto medioambiental.

La clientela puede elegir entre un par de variantes turbodiésel 3.0 de seis cilindros en línea, una que progresa de 245 a 258 CV y otra con mayor sobrealimentación que rinde 381 CV. La alternativa de gasolina es la V8 biturbo de 4,4 litros, que procura ahora 450 caballos en lugar de los 408 de la entrega anterior. Todas las motorizaciones se vinculan a transmisión automática secuencial Steptronic de ocho relaciones. En abril del año que viene el elenco del X6 incorporará una propuesta gasolina de 306 CV y otra diésel de 313.