Kia sucumbe al influjo de la moda crossover. Es lo primero que se colige de su muestrario para el Salón de Fráncfurt. La exposición alemana, que abrío sus puertas el martes, suele marcar un punto de inflexión a partir del cual el mundo del automóvil se sacude la lasitud estival y recupera la plena actividad, si no comercial, al menos de estrenos. La casa coreana arranca el curso con energías renovadas y propuestas interesantes. La más llamativa, el impactante concept car Niro, es todavía una incógnita a medio despejar que inspirará un compacto con trazas de crossover. Mucho más tangible y cercana es la segunda generación del Soul, que da a conocer su imagen en otoño aunque no llegará al público hasta primavera. La agenda de Kia registra, asimismo, el restyling protagonizado por la berlina Optima, así como la incorporación de una alternativa bi-fuel al repertorio del escueto Picanto. La nueva generación del Soul adoptará cambios sustanciales, pero ninguna de esas modificaciones afectará demasiado a su singular fisonomía. Los ajustes de imagen no alteran el peculiar estilo marcado por rasgos cuadrados, indiscutible seña de identidad que a veces también resulta un obstáculo para la difusión del vehículo. Probablemente la próxima entrega no va a variar esa circunstancia, con lo que el Soul seguirá cosechando dhesiones y rechazos. El continuismo estético persiste pese a que el modelo ha sustituido la anterior plataforma por la más moderna empleada por el cee’d. El empleo de este elemento no comporta un incremento apreciable de tamaño. El Soul contiene sus proporciones y ocupa solo 4,12 metros de largo (el cee’d alcanza 4,31 de eslora). Se conforma con aumentar dos centímetros la separación de los ejes y uno y medio la anchura. Aunque el constructor asiático anuncia progresos en la cabina, no parece que ese crecimiento vaya a deparar una mejora sustancial de la habitabilidad; de hecho, el maletero gana apenas un 4% de volumen para llegar a 354 litros. Los estilistas europeos de la marca adornan la próxima remesa con un look más campero (defensas robustas, pasos de rueda remarcados, faldones laterales en tonos oscuros, etc.), mejorando la sensación de calidad a bordo y ofreciendo abundantes fórmulas de personalización del vehículo. También dan un paso adelante en la cantidad y la calidad del equipamiento, del que podrán formar parte elementos como las luces LED, los proyectores de xenón, la climatización, el techo panorámico, los asientos de piel con calefacción, acceso sin llave y arranque por botón, etc. En el aspecto técnico las noticias son escasas. Kia apunta a un progreso en la eficiencia de las mecánicas de inyección directa asignadas l modelo, unidades gasolina GDi y gasóleo CRDi. También asegura que el nuevo coche ostenta una mayor rigidez estructural y que cobra un superior aplomo gracias a la unión al suelo recalibrada.