vitoria. Durante los últimos cuatro años ha estado al frente del espacio de Euskadi Irratia Mezularia. Es un profesional que conoce muy bien EITB y que fue propuesto para ser director general del ente, una propuesta que fue vetada por el PSE. Acostumbrado a asumir retos, ahora se enfrenta a la televisión diaria con un programa que quiere ser referente de la cadena y que el espectador acceda a los temas que más le preocupen en su día a día.

Nueva temporada en EITB y profesionalmente un cambio radical para usted.

Tengo un reto considerable que es hacer un programa de televisión diario. Dejo la radio y me meto en ETB-1 con un magazine. Durará entre hora y media y dos horas diarias por la tarde, el arranque será a las 15.45 horas.

Es su experiencia televisiva más intensa, ¿no?

Como director de orquesta y dando la cara en televisión se podría decir que sí. En este mundo hay varios tipos de trabajo, uno puede ser el de gestionar la comunicación. Es lo que hice cuando fui director de informativos de Euskal Telebista. En este caso, voy a ser comunicador directo.

¿Qué da más vértigo, la gestión o la comunicación en directo?

No lo sé. Pero sí te puedo asegurar que en este momento siento cierto vértigo. Este vértigo se une a una pasión y a una ilusión impresionante. Te ves como uno de los protagonistas principales de la cadena y eso de dar la cara, en mí caso, que soy una persona muy tímida, sí te da vértigo.

No le ocurre lo mismo en la radio.

Los que hemos hecho radio durante muchísimo tiempo, al tema de la voz estamos acostumbrados. A veces, nuestra comunicación no verbal, la comunicación gestual no acompaña a la voz: el movimiento de ojos, las manos. En estos momentos, cuando estoy grabando, no sé qué hacer con las manos, me sobran las manos. En la radio no me tenía que preocupar de los movimientos de las manos, ni de los ojos?

¿Qué estructura tiene el nuevo programa?

La base del programa va a ser una tertulia con cuatro personas, habrá invitados; va a ser un programa muy ligado a la actualidad diaria, pero con una vocación en la elección de temas de llegar a los asuntos que más interesan a la gente o de explicar las dudas que nos generan a todos los titulares de los principales temas.

Tal y como están las cosas en EITB, ¿tiene usted recursos suficientes para hacer este programa?

Muy buena tu pregunta. Si este programa se hubiera realizado hace unos años, estaríamos más gente, tendríamos más recursos y más cosas. Es lo que hay en este momento, todo es según el cristal desde donde lo mires. Tenemos la suerte de tener un equipo muy pequeño pero muy compacto y muy versátil; todos haremos de todo. Vamos a intentar sacar chispas a lo que tenemos, es lo que hacemos todos en el día a día en nuestras casas.

¿Qué peso va a tener el mundo político?

No va a ser nuestro tema principal. Euskal Telebista tiene otros programas en los que los protagonistas políticos tienen más cabida. Es verdad que la política lo impregna todo pero intentaremos llegar al mundo de la política desde las preguntas que se hace la ciudadanía. Los políticos no creo que vayan a marcar la agenda de este programa, nos interesan más los temas sociales.

Los temas sociales tienen mucho que ver con la política.

Sí, pero nuestro objetivo no es la política partidista o partidaria de todos los días. Vamos a escapar de todo eso, aunque no lo vamos a esquivar.

Así que no va a tener usted la oportunidad de entrevistar a políticos.

Creo que sí lo voy a hacer, pero no en la primera fase del programa. Los líderes políticos tienen otros programas en los que ya se les hacen entrevistas: las mañanas de ETB y las radios. En una segunda parte del programa sería muy interesante poder entrevistar a los principales líderes del país pero lo harán los ciudadanos. Este programa va a tener público y me apetece mucho que sea el público quien pregunte y repregunte a los políticos.

Jaime Otamendi está considerado un entrevistador duro.

Intento siempre preguntar lo que hay que preguntar y repreguntar lo que no se me ha contestado. Creo sinceramente que es la forma en la que los comunicadores tenemos que entrevistar a los políticos, más a los que tienen una responsabilidad política. Las entrevistas hay que hacerlas con muchísimo respeto, hay que preguntar y no opinar.

No le gusta el escaqueo.

Muchas veces los políticos están acostumbrados a dar largas o a no contestar. A mí me gusta incidir en los temas.

Los ciudadanos suelen ser duros preguntando.

A veces más duros que nosotros. Nosotros tenemos que preguntar aquellas cosas que están en la calle. Entiendo que algunas veces yo haya resultado un poco duro por mi forma de ser y porque soy muy tímido. Al ser tímido, lo que haces a veces es escudarte y apareces con un gesto adusto y duro.

¿Se arrepiente de alguna de las preguntas o entrevistas que ha hecho a los políticos?

No. Sinceramente, no quitaría ninguna de las preguntas. Eran preguntas muy sopesadas y pienso que había que hacerlas; igual en algún momento el gesto que tenía haciendo la pregunta era un poco duro. A mí, es la tradición anglosajona la que más me gusta cuando hablamos de periodismo y en ella es muy normal que un periodista interpele y pregunte a los líderes políticos.

Patxi López y el PSE llevan muy dentro la entrevista que usted le hizo cuando estrenó el cargo de lehendakari.

No lo sé. Cuando hablas con gente del Partido Socialista, te dicen que tampoco se sintieron tan molestos por aquella entrevista.

Estuvo a punto de ser director de ETB e incluso director general de EITB. ¿Está más cómodo fuera de esos cargos de máximo poder?

Aquello fue una opción realista en un momento concreto. No tenía ningún interés particular por asumir la dirección de EITB, pero dadas las circunstancias fui llamado, me lo pensé muchísimo. Pensaba que si era capaz de reunir a un grupo de profesionales que estuvieran por la labor, podría asumir aquel cargo que me daba muchísimo miedo, me daba pánico. Este es otro reto, absolutamente diferente y aquí estoy bastante más cómodo evidentemente.

¿Se juega menos?

Es una forma de verlo, cuando gestionas un grupo de comunicación, estás gestionando una empresa y te tienes que preocupar de que a muchísimas personas les llegue el sueldo a fin de mes. A mí esto, el programa que voy a hacer, me pone más que la gestión de EITB.

No tuvo que ser cómodo ser protagonista de titulares y saber que al final se impuso el veto político del PSE sobre usted y quedo fuera de la opción de ser director general de EITB. ¿Le afectó?

Lo que me supo bastante mal es que se dijera que el veto fue por una entrevista que yo le hice al lehendakari Patxi López. Luego me dijeron que aquello no lo dijo nadie, que fue un medio de comunicación, ya no voy a entrar en eso. En Inglaterra no se vetaría a un profesional por haber realizado una entrevista exigente a un primer ministro.

¿Exigente y no dura?

Exigente, las entrevistas hay que hacerlas exigentes. Lo que me afectó es que aquello se aceptara como normal. Lo que me afectó fue el tema de la entrevista. Acepto que algunos no me vean capacitado para ese cargo, eso lo entiendo. Yo mismo sobre mí mismo, me suelo levantar todas las mañanas con muchísimas dudas sobre si soy capaz de hacer una cosa o no. No doy más vueltas a que un grupo político me vetara: que Jaime Otamendi como director general de EITB, no.