PARÍS. Desde esta mañana es posible asomarse a algunas barandillas de la torre y disfrutar de sus vistas sin acercarse siquiera al vecino Campo de Marte, gracias a la tecnología Google Street View.

En cualquier lugar del mundo, desde un ordenador, un teléfono inteligente, una tableta u otro dispositivo conectado a la red se puede subir o bajar por las diferentes plantas de la célebre torre, mirar al norte o al oeste, hacer zoom para ver los edificios próximos con más precisión o sentir vértigo mirando a lo alto hasta vislumbrar su vértice.

Tras haber inmortalizado las perspectivas de otros monumentos, como el dubaití Burj Jalifa, el más alto del planeta, Google propone ahora un recorrido audiovisual por la Torre Eiffel desde su nacimiento, construcción, inauguración y primeros visitantes, hasta sus panorámicas más detalladas.

A todo este material hay que añadir unas grabaciones sonoras inéditas del ingeniero francés que la construyó, Gustave Eiffel, a quien ahora pueden escuchar los visitantes virtuales mientras se pasean por su edificación más célebre.

El presidente de la Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE), Jean-Bernard Bros, dijo que con este proyecto multimedia se está pensando en el futuro del turismo, pues el visitante puede encontrar mayor sentido a lo que ve cuanta más información tiene.

"El turismo ha adquirido otra dimensión: ha pasado de una fase de contemplación a la interacción" aseguró Bros.

Los turistas "vienen a vivir una emoción, a vivir la Torre Eiffel", añadió.

Con esta aplicación, el viajero podrá preparar mejor la visita y aprovecharla más, e incluso seguir disfrutándola después de haberla hecho y pasearse tantas veces como quiera por el monumento, destacaron los promotores.

Para el director general de la SETE, Nicolas Lefebvre, el espíritu innovador de Eiffel debe estar presente también en la sociedad que se ocupa de la torre y ese es el motivo de la permanente actualización del monumento, con todo tipo de aplicaciones web como la presentada hoy.

La camarógrafa de Google Pascale Milite contó cómo tuvo que madrugar para adelantarse a los turistas dos días diferentes y así completar las seis horas de grabación que fueron necesarias para filmar todas las imágenes.

Pese a los múltiples problemas planteados por las empinadas y estrechas escaleras y por las zonas angostas del monumento, Milite calificó la experiencia de "increíble" y no quiso aconsejar una vista en particular, pues considera que todas son "absolutamente espectaculares".