Vitoria. Olatz Beobide (Donostia, 1964), directora de Goenkale desde hace seis años, avisa que "el lunes quedarán unas cuantas puertas abiertas de la temporada 19" y aconseja a los espectadores "ver ese día el avance de tres minutos que incluirá algunas cosas que sucederán en la temporada 20 y que ya podemos mostrar, aunque el secretismo es muy importante para mantener el culebrón y Goenkale nació desde ese concepto culebronero de cuando se emitía todos los días". También adelanta que en el inicio de la próxima etapa "habrá tres capitulazos que son como una especie de contrafinales, el broche de oro de algunas tramas que ya se están viendo estos días. Abrirán unas puertas a la intriga y darán pie a un especial policíaco en el que se dará respuesta a las preguntas que se plantean en esos maxicapítulos. Acabamos este lunes en lo alto y empezaremos en septiembre también en lo alto". Más adelante, hacia Navidad, "habrá otro especial más bañado en la comedia, buscando la sonrisa. Ambos serán de dos capítulos, que se abren y se cierran en sí mismos, en una semana".
Olatz Beobide remolonea a la hora de dar más detalles, pero accede a contar que "habrá tramas muy vinculadas a la actualidad, que reflejen un poco la inquietud y la impotencia que sentimos los ciudadanos ante todo lo que está sucediendo; y de vez en cuando, ya que es una ficción, la llevaremos un poco a zonas de sonrisas y de encuentros felices entre las personas. En Arralde no solo hay malos, sino que muchas veces la gente se va a unir ante las circunstancias difíciles que afectan a algunos de sus vecinos. Habrá una nueva familia que ya era del pueblo y que ha comprado el txakolindegi, que nos va a tener en vilo constantemente. Además aparecerán algunos parientes de personajes que ya están en la serie". En cuanto a nuevos escenarios, uno será el de la citada familia y otro el de la Fundación Malen, "a través de la que se pueden canalizar algunas de las corrientes de empatía y solidaridad que se ven hoy en nuestra sociedad". También continuará la costumbre de incluir cameos de famosos e incluso existe la posibilidad de que, "dado el aniversario, se hagan varios guiños al espectador".
Respecto a la temporada que concluye el lunes, destaca la sorpresa que ha supuesto "el personaje de Inés, al que conocimos en un convento y que este año tenía a dos hombres peleando por ella, la maldad aparente de Axun que se ha ido entendiendo poco a poco y una familia nueva a través de la que abordamos el tema de los desahucios, que ya habíamos lanzado antes con Kandido y Alicia pero que ahora nos ha pillado de lleno; la muerte de Jessi y la búsqueda de sospechosos, las dificultades de los Irureta,... el lunes hay que estar muy atentos".
La directora de Goenkale asegura que cada vez está más contenta con su trabajo "porque tienes más capacidad de anticiparte, conoces mejor la maquinaria y trabajas con más seguridad, siento que puedo aportar más". Hasta el miércoles se encuentra inmersa en los castings para encontrar a los actores que interpretarán a los nuevos personajes. "Hemos visto muchísimos, hay como para hacer cien series de ficción ya. Solo hace falta que ETB tenga esa capacidad". Si cuando la serie llegó a los 3.000 capítulos Beobide habló de "locura diversión e innovación" y cuando cumplió 18 años la comparó con "subir una cima muy alta", admite que la vigésima temporada da "cierto vértigo", aunque el trabajo está bastante adelantado y "algunas cosas tienen forma, mucha forma, y eso da seguridad para empezar. Goenkale se ha convertido en una especialidad televisiva; es una maquinaria muy compleja, humanamente con mucha entrega y artísticamente muy inteligente. Después de tantos capítulos hay que seguir sorprendiendo y emocionando, es muy difícil". También reconoce la tranquilidad que proporciona saber desde hace tres meses que la serie iba a continuar, "aunque no es todo tan fácil como parece, las dificultades son constantes. Cuando hay poco dinero en las televisiones, la ficción es lo primero que se tambalea".
A la pregunta de si le gustaría que tener hermanitos pequeños -más series en ETB-1-, responde con rotundidad: "Por supuesto, eso nos hace fuertes a todos. A veces se habla de la cultura como si fuera un bien de lujo, algo que tiene que ver con el ocio; pero hay muchos profesionales que viven de ella y forman parte de un sector audiovisual por el que se lleva apostando en Euskadi treinta años: productores, realizadores, técnicos,... No solo se apoya el resultado, la riqueza cultural; sino una industria completa".