Vitoria. Miguel Ángel Idígoras abandona la dirección de ETB sin esperar a su relevo. Alberto Surio avanzó esta noticia en la reunión habitual que todos los últimos martes de cada mes celebra el Consejo de Administración del ente. El director general de EITB anunció que será él quien tomará las riendas de la televisión vasca.
El Consejo de Administración de ayer se preveía muy rutinario. Los temas previstos no hacían esperar grandes discusiones y apenas titulares. Fue el anuncio de Alberto Surio sobre la marcha de Miguel Ángel Idígoras lo que levantó la tensión y el pulso de esta reunión. El exdirector de Euskal Telebista se incorpora a RTVE, empresa en la que ha estado en excedencia desde que fue nombrado responsable de ETB en 2009. El último cargo que ocupó fue el de corresponsal de TVE en Londres y todo hace prever que sea de nuevo su destino.
El rumor sobre la salida de Idígoras de ETB ha sido constante en los últimos meses y se acrecentó después de las elecciones de octubre. Días antes, el 17 de ese mes, Anna Bosch, corresponsal de TVE en Londres, anunciaba en su blog que había sido destituida en su puesto y que su presencia en la capital inglesa tenía fecha de caducidad. La coincidencia en los tiempos hacía previsible una marcha anticipada de Idígoras, que ha preferido no esperar a su sustituto. La llegada de Idígoras a la dirección de ETB ha marcado un antes y después en el desarrollo de la cadena. Se incorporó con unas directrices muy claras, dar un vuelco a la línea editorial de la televisión pública vasca. Llegó con el mapa del tiempo ya cambiado pero durante su estancia se fijaron unos criterios que han tenido diversas consecuencias: enfrentamientos con los profesionales de la casa y una caída de audiencias de la que ETB se va recuperando lentamente y bajo criterios que no han sido los suyos. La eliminación de programas que funcionaban, los criterios editoriales en los informativos y unas parrillas de programación que no fueron aceptadas por los espectadores, abocaron a ETB a registrar durante su mandato las peores audiencias de su historia. Ayer, Alberto Surio agradeció a Idígoras su trabajo en ETB. Solo dos consejeros se sumaron a este formalismo, mientras el resto permaneció en silencio. Su labor ha sido muy cuestionada a lo largo de los meses que ha permanecido en el ente. Sus decisiones han tenido graves consecuencias en la audiencia y también en las relaciones entre los profesionales, sobre todo en el área de la redacción. Su trayectoria en la cadena no ha discurrido por un camino de gloria y ha estado jalonada de continuos enfrentamientos. En octubre de 2010 mantuvo un pulso con la redacción al apercibir a dos redactoras y hacer unas graves acusaciones a todo su equipo a través de una entrevista en un medio de comunicación.