vitoria. Sara Gandara (Lezama, 1981) es la cara del Eguraldia de fin de semana en ETB-1 y ETB-2. Ni ella misma se imaginaba este verano que el sábado 22 de septiembre iba a estar al frente de uno de los espacios que más siguen los espectadores, el que habla del tiempo. Ha comprobado en las semanas que lleva en este programa que los quince minutos en los que las cámaras la enfocan directamente pueden llegar a ser muy intensos. Controlar los movimientos, hablar con precisión de borrascas, anticiclones e isobaras, entre otros términos propios de la meteorología, tiene su aquél. Conoce el mundo de la prensa escrita. Dice que le gusta mucho la escritura, la considera una labor muy creativa, y también está convencida que de algún podrá hacer radio y enamorarse del medio como ya lo está de la televisión. No nota la fama porque la imagen que se transmite en pantalla es mucho más sofisticada que la que luce en la calle, aunque eso no significa un descuido por su parte. Le gusta más una CAV tropical que fría y lluviosa. El sol contribuye a mejorar su buen humor, pero es muy consciente de lo importante que es un tiempo variado.
¿Cómo surge la propuesta de presentar 'Eguraldia'?
Surge de Urko Aresti, qué pensó en qué sería de mí una vez terminada la Liga San Miguel de traineras. En principio, yo no tenía ningún viso de futuro en deportes y fue él quien pensó que yo podría ser la persona para sustituirle después del verano.
Un cambio radical dejar el deporte por los mapas, las isobaras y las borrascas, ¿no?
No he tenido tiempo de asumirlo, llevo un año trabajando muchísimo en deportes de redactora o presentadora. Sabía que cuando acabara la última jornada de Liga San Miguel, yo tendría que pasar a desempeñar otro papel y en eso estoy. Me dio tiempo a hacer algún ensayo antes de empezar, pero ha sido todo muy rápido. Es un cambio muy brusco porque hablar de los deportes como ha sido en el último año a hablar de isobaras, borrascas, temperaturas, anticiclones, viento…, es algo que necesita un aprendizaje.
¿Le ha costado mucho familiarizarse con el lenguaje?
Me ha costado adaptarme al lenguaje y también al hecho de estar metida otra vez en un plató y desempeñar otro tipo de labores que no tienen nada que ver con la redacción de noticias o eventos deportivos. Me ha costado controlar también los movimientos de mi cuerpo. Son quince minutos en los que se te ve de cuerpo entero y tus movimientos pueden delatarte si algo va mal. Son quince minutos muy intensos.
¿Repite muchas veces la grabación?
No, el primer día salió todo perfecto y fue como una sorpresa. Alguna vez hemos tenido que parar, yo grabo en los dos idiomas; cambiar de uno a otro es bastante más complejo de lo que parece. Yo intento no demorar el trabajo de nadie y que todo salga bien a la primera.
¿Cuál es su percepción ahora cuando se ve en pantalla?
Me siento un poco extraña por todo lo que hemos comentado, porque es muy diferente a todo lo que había hecho hasta ahora. Me veo rara y me da un poco de vergüenza hasta verme e intento descubrir qué cosas de las que hago ante una cámara no me gustan y corregirlas.
¿Qué gusta más, la CAV tropical o la CAV más otoñal, con su lluvia tradicional?
Ja, ja, ja… Prefiero la CAV tropical porque me pone de mejor humor el tiempo soleado y calentito.
¿Echa de menos la sección de deportes?
Desde que estoy en ETB siempre he estado en deportes, primero de redactora y este último año como presentadora; cuando se acabó lo de presentar, me ofrecieron trabajar en la Liga San Miguel, también ha sido mi primera experiencia en retransmitir un deporte como es el remo.
¿Cuál es el deporte que más le gusta practicar?
Soy un poco friki y me gustan todos. Especial cariño le tengo al fútbol sala que es a lo que me he dedicado en mis ratos libres durante bastantes años.
¿Ya no?
Lo abandoné porque tuve una lesión en la rodilla, no me curé muy bien. También es cierto que las instituciones no ayudan al deporte femenino y, mucho menos, al fútbol sala femenino; te vas desgastando y desgastando y dije: hasta aquí hemos llegado, me voy a dedicar a hacer otras cosas.
Si tuviera que poner una balanza el deporte y la información sobre el tiempo que nos espera mañana ¿con qué se quedaría?
Ja, ja, ja… Es una pregunta difícil de contestar, son dos experiencias muy positivas, lo ha sido y lo está siendo en este caso.
¿Le reconoce la gente por la calle?
Creo que no. Por la tele damos una imagen muy preparada, salimos muy bien peinadas, muy bien maquilladas y muy bien vestidas…
¿Y cómo va usted por la calle?
Ja, ja, ja… Normal, no quiero decir que no me cuide en mi aspecto, pero desde luego no tiene nada que ver con el de la televisión. La gente del pueblo te ve y te dice que te ha visto en lo del tiempo y luego llega la pregunta del millón: ¿Qué tiempo vamos a tener mañana, pasado…? Ya me tocará más tarde que me pregunten el tiempo para una boda, un bautizo o una comunión, pero está bien, ¿no?
¿Es la televisión el medio que más le gusta?
Es el medio en el que trabajo, es uno de los que me gusta mucho, pero también me gustó mucho mi experiencia en prensa escrita porque tienes más creatividad; tienes más tiempo para desarrollar unas ideas, escribir es muy bonito. Un medio que nunca he probado es la radio y que algún día me encantaría probar, quizá por aquello del anonimato físico.
Quizá lo del anonimato después de haber salido en televisión no es tan posible, ¿no le parece?
La verdad es que sigo siendo quien soy y no he cambiado mucho, tampoco voy a cambiar ahora, no me hago a la idea de que la gente me reconozca. Intento hacer mi trabajo lo mejor que puedo cada fin de semana y en eso sigo.
¿Cómo empezó profesionalmente?
Fuera de lo que son unas prácticas, empecé en deportes. Eran contratos muy cortos.